Este estadounidense de 78 años es el rey de los casinos en Las Vegas, aunque sus mayores ingresos provienen de sus apuestas en el exterior.
Primeras apuestas
Adelson, de 78 años, casado y con cinco hijos, no llegó a terminar sus estudios en el City College de Nueva York. Es un empresario forjado a sí mismo, que creció en Boston en el seno de una familia judía sin recursos. Ahora, considerada la octava fortuna de EE UU, es conocido por su ideología conservadora radical y una de las figuras más activas en la defensa de los intereses de Israel, hacia donde van sus cheques.
Adelson es hijo de un taxista lituano y una tejedora polaca. En sus primeros años compartió un diminuto cuarto con sus padres y tres hermanos en el barrio Dorchester en Boston. A los 12 años, su tío le prestó 200 dólares para vender periódicos en una esquina; a los 16 compró máquinas dispensadoras para ponerlas en las estaciones de gasolina más visitadas por los taxistas. Después de terminar el colegio se enlistó en la Armada y luego trabajó como vendedor de publicidad para una revista en Wall Street.
La casa gana
A principios de los años setenta comenzó a construir su imperio en Las Vegas haciendo énfasis no solo en el juego, sino también en las convenciones empresariales. Tener los casinos llenos de industriales de lunes a jueves y de turistas los fines de semana, era su premisa. En 1996 comenzó la construcción de la joya de su corona: el Venetian Hotel, con 4.000 habitaciones y en el que tiene su oficina donde posa en fotografías junto a George W. Bush, Dick Cheney y Benjamin Netanyahu, entre otros.
All in
Hace cuatro años, el imperio de Adelson estuvo al borde de la quiebra. Las acciones de Las Vegas Sands Corporation, la compañía que reúne la gran mayoría de sus inversiones, cayeron más de 50% entre octubre de 2007 y enero de 2008. Sin embargo, su tenacidad y capacidad para no perder la calma, lograron el rebote y ahora está en el top 15 de los hombres más ricos del planeta. "Mi apetito por el riesgo es mayor que el del resto de la gente", explicó en una entrevista.
Más allá del desierto
Uno de los mayores aciertos de Adelson es su visión hacia el futuro. En 2004, el magnate decidió llevar su modelo de Las Vegas a otras partes del mundo. En Macao, excolonia portuguesa y ahora bajo control chino, construyó su primer hotel y casino. Ahora, Adelson, con más de 12.000 millones de dólares, es el mayor inversionista extranjero en la historia de China. El multimillonario quiere construir complejos de ocio en Japón, Corea, Taiwán y Vietnam. Su imperio del juego tiene 21 veces el tamaño del Empire State.
El salvador de Europa, con Eurovegas?
El siguiente proyecto que Adelson va a desarrollar se llama Eurovegas y estará en España. En medio de la crisis que vive el país ibérico, Madrid y Barcelona se juegan un mano a mano por ser elegidos como la sede de Las Vegas europeo. Ambas ciudades requieren el complejo para generar empleo y atraer más turistas. Adelson decidirá, en septiembre, el ganador de este derby.
Donaciones a políticos, todo vale!
Adelson se convirtió en el mayor donante de la campaña presidencial estadounidense del candidato republicano Mitt Romney, al entregarle un cheque por diez millones de dólares. Él y su esposa Miriam habían entregado 25 millones de dólares al precandidato Newt Gingrich. Como el mismo Adelson ha dicho, sus aportes a la causa republicana podrían ascender a 100 millones de dólares.
Este multimillonario, es la repetición de la eterna historia: “ la constancia vence, lo que soñar no alcanza”.