El pasado 26 de diciembre el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo decretó los aranceles de aduanas (impuestos de importación) que rigen a la totalidad de productos que ingresan al país. Aunque para la gran mayoría de artículos los gravámenes permanecieron sin modificación, algunos productos se vieron sensiblemente afectados como es el caso de las consolas de videojuegos cuyo arancel pasó del 5 al 15 por ciento.
La disposición que también cobija las diferentes modalidades de videojuegos (consola y portátil) y sus accesorios supone un aumento que sin duda impactara un sector que poco a poco venia consolidase en el país y que incluso llevo a que firmas de relevancia mundial como Nintendo hicieran presencia directa en el país.
Expertos afirman que esta decisión va en contra vía de la intención del gobierno de disminuir la brecha digital, ampliar la apropiación de las tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), llevar la tecnología a las clases menos favorecidas y generar empleo con la penetración de internet se está llevando a cabo a través del plan Vive Digita (Tecnologías de la información y comunicación). Precisamente en el lanzamiento de dicho programa en 2010, el presidente Juan Manuel Santos afirmó: “Vamos a hacer posible que una madre estudie ingles a distancia o que un concejal del más pequeño de los municipios acceda a Gobierno en Línea; o simplemente que un niño juegue con un Nintendo Wii desde una humilde vereda”.
Los empresarios del sector coinciden en afirmar que la medida resulta un incentivo para la informalidad y la piratería, teniendo en cuenta que los videojuegos y consolas ya eran lo suficientemente costosas y apenas empezaban a masificarse en el país.


