En términos generales, una recesión es cuando se produce un descenso de la actividad económica general. A menudo se ha utilizado para definir un periodo de al menos dos trimestres consecutivos de disminución del producto interior bruto (PIB), una medida del valor de todos los bienes y servicios producidos en un país.
La economía nacional Estado Unidense se encuentra en una situación única. Brian Gordon, director de la empresa Applied Analysis, con sede en Las Vegas, destacó lo inusual de acercarse a una recesión cuando el mercado laboral está en una posición tan fuerte.
"Parece contradictorio que cuando tenemos el doble de ofertas de empleo en relación con el número de personas que buscan trabajo, la economía pueda estar potencialmente en una situación de recesión o acercándose a ella", dijo.
A pesar de la situación del mercado laboral, muchos economistas de renombre de bancos nacionales e internacionales han expresado diversos grados de confianza en que se produzca una recesión. Por ejemplo, los economistas del Deutsche Bank han pronosticado que la recesión en Estados Unidos llegará a finales de 2023.
En el centro de la respuesta del país al aumento de la inflación y al empeoramiento de las condiciones económicas se encuentra la Reserva Federal. El banco central de la nación, conocido comúnmente como la Fed, controla los tipos de interés de referencia, que a su vez afectan a los tipos de las hipotecas, los préstamos, las inversiones y mucho más.
Si la Reserva Federal sube los tipos de interés con demasiada lentitud, es probable que la inflación siga siendo alta y que los consumidores sigan estando en apuros. Si la Fed sube los tipos con demasiada agresividad, podría frenar el crecimiento económico y desencadenar una recesión.
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Por otro lado, si los consumidores creen que se avecina una recesión, pueden dejar de gastar, ralentizando la actividad económica e impulsando aún más las condiciones de recesión.
Las Vegas aún no ha visto señales de una recesión inminente
Según Bill Hornbuckle (quien aparece en la foto), director general de MGM Resorts International, dijo el miércoles pasado en la cumbre mundial Evolve de la CNBC que espera que la inflación y el aumento de los precios de la gasolina acaben afectando a su negocio, pero que "todavía no lo han hecho".
"Lo que ha sucedido en los últimos 18 meses ha sido literalmente histórico, pero si se mira cómo pensábamos que íbamos a actuar frente a cómo estamos actuando, estamos exactamente donde pensábamos que íbamos a estar", dijo Hornbuckle.
A pesar de la fuerte inflación, los ingresos del juego en mayo aumentaron un 7,9% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según la American Gambling Association. Y marzo, abril y mayo representaron los tres mejores meses de la historia del sector, superando cada uno de ellos un total de ingresos de 5.000 millones de dólares.
Sin embargo, Jim Allen, director general de Hard Rock International, advirtió en mayo que la inflación récord está afectando a sus clientes, mientras que el director general de Red Rock Resorts, Frank Fertitta III, dijo en su llamada de resultados trimestrales del 3 de mayo que el aumento de los precios sólo está afectando a los que menos gastan.
A pesar de los aumentos en los costes de la comida y la gasolina, entre otras cosas, las adaptaciones tecnológicas realizadas durante Covid, han permitido a casinos como el MGM atraer a más millennials a sus negocios como nunca antes lo habían hecho.
"Ha traído a los millennials a la mesa de una manera que no había sido antes en esta industria. Tenemos más negocio millennial del que hemos tenido nunca en un 20%. Estoy extremadamente optimista sobre el futuro” dijo Hornbuckle.
Por su parte, el consejero delegado de Wynn Resorts, Craig Billings, confía en poder capear otro desafío económico si es necesario.
"Creo que la industria de Las Vegas está mejor preparada, gracias a Covid, para conocer las palancas de las que tenemos que tirar para superar lo que venga", dijo Billings.
