Tanto para los operadores como para los apostadores, el clima poco confiable puede afectar y afectará la forma en que se fijan los precios de los mercados, cómo se llevan a cabo los eventos deportivos e incluso cómo las personas eligen apostar.
Entonces, ¿cuáles son algunas de las formas probables en que el cambio climático podría afectar las apuestas deportivas y qué pueden hacer los operadores y sus clientes para mitigar estos problemas?
Podría decirse que la forma más clara en que el cambio climático afecta al deporte es mediante la introducción de otra variable de incertidumbre. Es probable que aumenten las cancelaciones y aplazamientos de eventos, que alteran los calendarios de apuestas, los procesos de fijación de cuotas y la gestión de riesgos.
El desempeño de los jugadores puede verse afectado de manera impredecible, e incluso los cambios en la superficie de juego (piense en terreno duro o blando en las carreras de caballos) pueden tener un impacto en el resultado, planteando desafíos en ambos lados del mercado de apuestas.
Luego están cuestiones como los fuertes vientos; tomemos el golf como ejemplo. Los fuertes vientos durante un torneo de golf abren el campo, lo que hace que el resultado sea mucho menos predecible, un problema tanto para las casas de apuestas como para los apostadores. O lluvia intensa durante un evento al aire libre, lo que puede resultar en una superficie más resbaladiza para deportes como el fútbol, o una superficie más pesada para deportes como el rugby.
Las formas en que el clima puede afectar el deporte son múltiples y, por extensión, esto significa un impacto significativo en los mercados de apuestas y en la industria de las apuestas deportivas en general. Es probable que las personas estén más en casa, o en espacios cerrados, y quizás más concentradas en los deportes y en encontrar formas de entretenerse.
Pero, por el contrario, es menos probable que los clientes de los sitios de apuestas, casinos y sitios de bingo jueguen cuando suben las temperaturas. La gente tiende a pasar más tiempo al aire libre, reuniéndose con amigos o, alternativamente, buscando refugio del calor en las condiciones más extremas; no les apetece mucho apostar en deportes. Así afecta el cambio climático a los jugadores (y a sus decisiones)
El cambio climático está ocurriendo y seguirá causando problemas a la industria de las apuestas deportivas en los próximos años. Es casi seguro que el futuro se ve diferente del pasado, debido al aumento de las temperaturas, patrones climáticos más extremos y una mayor imprevisibilidad en el clima. Dado que gran parte de las apuestas deportivas dependen de eventos confiables, programables y, a menudo, al aire libre, parece que el riesgo de cancelación e interrupción seguirá presente durante algún tiempo.
Si bien esto plantea desafíos para los operadores de apuestas deportivas, no son insuperables. Con adaptaciones tempranas y una mayor dependencia de la tecnología y los datos, estos son problemas que pueden superarse y, en última instancia, pueden tenerse en cuenta como una variable más a la hora de establecer cuotas y fijar precios en los mercados.
