Si hay un tema moderno de discusión que provoca una fuerte respuesta del público, es el de la privacidad de datos. Las empresas tecnológicas como Apple han hecho un esfuerzo consciente para informar al público sobre el tema, al tiempo que hacen que sus productos sean cada vez más resistentes a la recuperación de datos encubierta.
En la industria del juego, los datos se han convertido en una forma de vida. La industria utiliza todo lo que se puede utilizar para apuntar a nuevos jugadores, mejorar el flujo de los casinos (haciendo así que sea más fácil y rentable atraer clientes) y, en general, mejorar las tendencias del mercado. Sin embargo, hay una trampa.
En G2E Asia este año, el director sénior de soluciones e ingeniería de valor de Qlik, Chin Kuan Tan, reveló los resultados de la investigación de Qlik sobre las preferencias de los jugadores en relación con el uso de datos en la industria del juego y la hospitalidad, lo que generó algunos enigmas interesantes.
La presentación de Tan mostró que el 72% de las personas dejarán de comprometerse con una empresa por completo si les preocupa la recopilación de datos, y también dijo que el 76% de los jugadores prefieren la hiperpersonalización a las técnicas de marketing masivo.
La dualidad de estas dos estadísticas muestra que los operadores de juegos están caminando por el filo de la navaja cuando se trata de cómo se utilizan los datos recopilados de los clientes; y con el mayor enfoque en los datos a escala individual, la forma en que los operadores se promocionan a los clientes tiene que evolucionar.
Cuanto más utiliza la industria servidores y algoritmos para resolver y modernizar las tareas cotidianas, más depende de la recopilación de datos para operar. “Se podría pensar que muchos de los datos pasan del casino a nuestros servidores centrales o a nuestros servidores en la nube; ese no es el caso. Todo se hace localmente. Tradicionalmente, en un casino de Las Vegas, todos los servidores están ubicados en las instalaciones y ellos mismos ejecutan nuestros algoritmos, por lo que no obtenemos esos datos en nuestros servidores. Ahora, naturalmente, cualquier dato que vaya de la cámara a los servidores aún debe cifrarse; y lo está, tanto en tránsito como en reposo, pero no va a ninguna parte en nuestros servidores”.
El hecho de no explicar categóricamente las precauciones de seguridad vigentes, además de usar el término "cifrado", parece revelador. Entonces, la industria de los datos y los juegos es una mezcla extraña. En la actualidad, la industria exige que los jugadores estén protegidos de aquellos que harían daño al obtener datos, mientras que los propios jugadores están dispuestos a renunciar si se sienten vulnerables por un segundo al registrarse en un servicio.
Los clientes quieren lo que siempre han querido: un servicio continuo que los beneficie sin riesgo. Pero con la naturaleza en línea del mundo moderno, este riesgo se acepta siempre que se mitigue, lo que deja a las empresas de juegos haciendo malabarismos con los temas de experiencias personalizadas, pérdida de datos y satisfacción del cliente.
Las empresas de juegos quieren utilizar los datos para mejorar la experiencia del consumidor mientras retienen y aseguran a los clientes que los datos proporcionados no se venderán ni utilizarán de otras formas nefastas, como se ha informado con frecuencia desde las revelaciones de Edward Snowden en 2013,
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