“ Moriremos desangrados. Lo malo es que, como se ha visto en la Dian, a nuestra platica, como le ocurrió a Jesús en el madero, parece estar en medio de dos ladrones “
Con el Domingo de Ramos -o de remos, como dicen los caricaturistas por este invierno-, empieza la Semana Santa, semana de reflexión, de recogimiento espiritual. Y hasta de recogimiento de impuestos, que vinieron por el cielo. Los gobernantes van a tener que rezar un 25 por ciento más, pues nos clavaron, como a Jesús, pero con unos clavos más largos y dolorosos, según están llegando los recibos, que nunca son de buen recibo. Nos clavaron, como a Jesús
Moriremos desangrados. Lo malo es que, como se ha visto en la Dian, a nuestra platica, como le ocurrió a Jesús en el madero, parece estar en medio de dos ladrones. Perdónalos, Señor, aunque saben lo que hacen. Subir cerca del 25 por ciento los prediales de un año para otro merece una penitencia, pues es pecado de avaricia, que no debe de estar contemplado en el Evangelio de San Juan Manuel Santos. Padre, en tus manos encomiendo mis impuestos. Cuídelos, por favor.
Esta es una semana de pasión, no solo por el sacrificio del redentor del mundo, sino de pasión futbolística, pues estamos ad-portas del Mundial y Colombia, que está jugando muy bien, bonito, con amor patrio, en equipo, le ganó sobrada a una débil Bolivia, de Evo Morales. Los hermanos bolivianos se llevaron sus cinco evitos. Estamos con un pie en el Mundial. Gracias, muchachos; gracias, Néstor Pékerman. El júbilo general, un remanso de alegría, un baile nacional, como el de Armero después de su gol, le hacen mucho bien a un país como este.
Colombia es católica. Millares iremos a los oficios, donde se orará por nuestro nuevo papa Francisco, che. Pero miles le dirán a su pareja: "Hoy estarás conmigo en el paraíso", pues también la Semana Santa se volvió para eso: para viajar, para descansar, playa, brisa y mar. Y pilas al manejar.
Escucharemos la interpretación de las siete palabras. Nos clavaron, como a Jesús "Tengo sed" exclaman, recordando las citas de Lucas, los yopaleños de malucas. "Yo pa'l río a buscar agua", se dice allí, pues llevan casi dos años sin agua potable. Así que con los labios resecos el pueblo salió a la calle a decir que es insoportable la situación. ¿Casi dos años racionados? ¿Casi dos años con los labios humedecidos en vinagre? ¿Y las regalías? Plata hay, pero la ejecución ha naufragado en quién sabe qué aguas turbias.
Queridos yopaleños, "tengo sed" debe ser su palabra fervorosa en Semana Santa, de pronto Dios los escucha. Pídanle al papa Pachito eché una oración, pues él dijo que estará con los pobres, los más necesitados y los más olvidados. Es una pena que una ciudad como Yopal esté hoy con menos agua que en tiempos de Cristo. Si viviera allí, Pilatos no tendría ni con qué lavarse las manos.
Hablemos ahora de las palabras que cita Mateo, que se dice para el que lo pasa feo. "Dios mío, por qué me has abandonado". Muchos lo claman en Colombia, los secuestrados que dicen no tener las Farc, los desplazados, siervos sin tierra; pero imagino la están diciendo con desespero otros clavados, los presos hacinados, si no es que están a punto de exclamar: "Todo está consumado, pues muero asfixiado".Nos clavaron, como a Jesús.
En Colombia, los presos viven un calvario increíble. ¿Cómo es que en la Modelo, que es modelo de hacinamiento, por ejemplo, hay casi 6.000 detenidos, cuando es una prisión para unos 2.000? Vimos unas imágenes en que estaban apiñados, como pollos de galpón, compartiendo baño, humores, tragedia, peligros, peleando cobija y centímetros de cemento.
Queridos parlamentarios: ustedes, que tendrán una semana de pasión, regresen bendecidos a meterle muela a la reforma del código penitenciario y carcelario.
En esto sería pecado decir que hoy por mí, mañana por ti, pero ustedes, que son tan de-votos, saben que Jesús crucificado les perdonará algunas culpas.


