Durante dos decenios, hemos acompañado y vivido, hombro a hombro, todos los vaivenes de la industria de juegos de azar en Colombia, intentando cohesionar los diferentes segmentos que la integran para hacerla más visible e impulsar su crecimiento.
De hecho, creo que sin habérnoslo propuesto como visión de nuestro trabajo, hoy formamos parte de la historia, el presente y el futuro de este rubro que hoy es clave para las finanzas públicas del país.
Recuerdo la primera feria realizada en Cartagena en 1999 con cinco expositores de máquinas y el apoyo de algunas empresas de chance y de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, cuando empezaba a debatirse en el Congreso de la República la que se convertiría en la Ley 643 de 2001, que abrió las puertas a la formalización y a la legalidad.
Desde entonces, mucha agua ha corrido debajo de los puentes. Épocas casi muertas con precarios desarrollos y eternos inventarios. La llegada lenta pero constante de nuevas marcas presentes en todo el mundo, que se asomaban con temor a un país que vivía un conflicto con un grupo al margen de la ley, cuyas acciones nos pusieron por 50 años en la picota pública.
Tras la conexión en línea al sistema de control de Coljuegos, la industria comenzó a posicionarse y hemos visto en el último quinquenio, avances reputacionales de gran valor, cooperación y liderazgo en acciones contra el lavado de activos, solidez en la interlocución gremial ante el regulador y participación en la formulación del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.
Creemos que el futuro es promisorio. Que el gobierno de Iván Duque, garantiza oportunidades dentro de la legalidad y que, como decían nuestros ancestros, “en el camino se arreglan las cargas” y que las divergencias surgidas entre la Ley del PND y la reglamentación de Coljuegos, frente a los intereses de medianos y pequeños empresarios, serán superadas.
Para el sector de juegos de azar en Colombia, confiamos en que se avecine una cena de lujo en varios tiempos.
Mayor legalidad, nuevos juegos para centennials, incorporación de millennials al mundo de las apuestas deportivas, ofertas indeclinables de localizados para atraer nuevos públicos y la llegada de más inversionistas que harán alianzas para acceder a mercados en el Caribe y Centroamérica.
Hace 21 años nacimos como Feria Andina de Juegos de Azar, FADJA y evolucionamos tímidamente hace 5 años, desglosando la sigla como Feria Americana de Juegos de Azar, bajo la misma marca. Estamos iniciando una nueva era con GAT EXPO Gaming & Technology, incorporando tecnología al eje conceptual tradicional de la feria.
Se trata de ver crecer la feria, desde lo regional hacia lo global, desde el gaming hacia la tecnología. Esperamos que la tercera década del siglo XXI, allane todos los caminos para una alta productividad de toda la cadena de valor que comprende creatividad, tecnología, comercialización, marketing y satisfacción del usuario final, el jugador, quien es la vida del negocio. Seguro escribiremos un nuevo capitulo ,Coljuegos confío entienda .
La suerte está echada ¡Nos la jugamos por Cartagena!


