Para el diputado y proponente de la norma, Iván Picota, lo que se quiere es brindar a la población desprotegida y con bajos recursos económicos “un auxilio porque cada día se instalan más casinos y salas de juego en lugares donde las personas no cuentan con una economía estable”. Específicamente buscan regular las salas de juego tipo C que operan en lugares populares.
Antonio Alfaro, de la Asociación de la Asociación de Administración de Juegos de Azar (ASAJA), presentó algunas propuestas sobre cómo debe ser tratado este mercado. A su juicio, los casinos que operan en los hoteles no son los que están afectando, sino las salas de juego tipo C, las cuales son instaladas en poblados y áreas publicas.
La propuesta de ASAJA es aumentar las distancias de las salas, no menos de 500 metros, entre ellas, de escuelas, de centros de salud, de iglesias.
Otra de las propuestas sería limitar el número de máquinas a 50 por sala para evitar que en un solo centro comercial existan hasta cinco salas de juegos con 80 máquinas, lo cual resulta “una oferta peligrosa para la población”. Para el próximo miércoles a partir de las 10:00 a.m., la comisión continuará con la discusión del documento. Allí tienen previsto darle cortesía a los diversos sectores para que aporten sus opiniones, agregó Salas. El funcionario adelantó que en esa segunda reunión también se dará lectura a las propuestas presentadas en esta primera sesión de consulta para escoger las mejores e incluirlas en el proyecto original.


