Las autoridades mexicanas han comenzado a trabajar en estrategias para acabar con el juego ilegal en el país luego de una temporada complicada para el sector, donde hubo cierres, cuarentenas y demás que dejaron muchas maquinas sin ser utilizadas tanto por las razones anteriores como por la restricción en aforo.
Esto simplemente se traduce en maquinas libres para la venta que pueden terminar en la ilegalidad al no haber casinos con la capacidad de comprarlas y ubicarlas en sus establecimientos.
Ahora bien, existe otro conflicto y es que al país continúan entrando maquinas importadas de manera ilegal, recientemente en una inspección en el casino del Grupo Caliente, empresa que tiene presencia en más de quince países en América Latina y Europa. En el procedimiento se les exigió presentar los papeles de importación del material del juego. Sin embargo, ante la falta de dicha documentación, los efectivos intervinientes decomisaron las máquinas, que siguen en manos de las autoridades
Tras la intervención del Servicio de Administración Tributaria de Baja California (SAT-BC), Caliente tenía hasta fines de marzo para justificar el origen de las máquinas. Sin embargo, desde la entidad cuestionan a la empresa por presentar papeles de solo algunas de ellas.
Por estas mismas, anunciaron que seguirán con los pasos del proceso y, en su debido tiempo, procederán a la destrucción de las maquinas confiscadas, estrategia que se repetirá igualmente en las demás maquinas que tengan confiscadas y confisquen de aquí en adelante, pues es una estrategia que permite sacar de circulación elementos que aumente las arcas de la ilegalidad y organizaciones criminales.
En el caso puntual del decomiso de importación se retiraron un total de 208 máquinas tragamonedas del Casino Hipódromo Aguacaliente de Tijuana.


