El primer día del IX Encuentro Nacional de Cumplimiento de Cornazar dejó un mensaje claro: detrás de las cifras récord del sector están los empresarios de casinos y bingos que sostienen buena parte de la salud y de la economía regional. Entre enero y octubre de 2025, los juegos localizados aportaron $313.614 millones al régimen subsidiado, es decir, el 39 % de todos los recursos que recibe el sistema de salud desde los juegos de suerte y azar, con un crecimiento superior al 8 % frente a 2024.

Estos números no son solo una estadística de Coljuegos; resumen décadas de inversión, riesgo empresarial y apuesta por la formalidad. Cada sala que cumple, reporta y se somete a la supervisión es una empresa que decide seguir en la economía legal, asumiendo costos de tecnología, auditoría y capacitación para que el juego sea también una inversión segura para el país, un esfuerzo casi imbatible en medio de tantos desafíos.

Hoy existen 109.660 máquinas electrónicas tragamonedas autorizadas en 3.789 establecimientos pertenecientes a 414 operadores, una red que genera empleo directo e indirecto, dinamiza proveedores de tecnología, seguridad, servicios y turismo en ciudades grandes y medianas.

En el encuentro se evidenció que la cultura de cumplimiento ya no es un discurso aislado, sino una práctica diaria: empresarios sentados con UIAF, Supersalud y organismos internacionales revisando riesgos, reportes y mejores prácticas. Ese trabajo silencioso sostiene que los juegos localizados sigan siendo el sector que más transferencias realiza para la salud subsidiada y consoliden, en la economía legal, un éxito nunca antes visto para las finanzas públicas y para quienes han elegido permanecer del lado correcto del tablero
























