Madrid, octubre de 2025 — La noticia sacudió tanto al mundo del entretenimiento como al deportivo: Netflix estaría preparando su entrada al mercado de transmisiones deportivas en vivo, con la UEFA Champions League como su primera gran apuesta global. Diversos medios internacionales, informan que la plataforma planea presentar una oferta formal para adquirir los derechos de transmisión de un partido por jornada, bajo el nuevo esquema de licitación de la UEFA que favorece la entrada de plataformas de streaming.

La propuesta marcaría un cambio radical para Netflix, que hasta ahora había centrado su estrategia en el contenido bajo demanda. Sin embargo, su crecimiento en suscriptores se ha ralentizado y la compañía busca nuevas fuentes de ingresos, especialmente en contenidos en vivo y segmentos asociados al entretenimiento interactivo, como los eventos deportivos y, potencialmente, la gamificación y las apuestas en línea.
De hecho, analistas de Yahoo Sports y Variety no descartan que esta incursión esté acompañada de una integración más profunda entre deporte, datos en tiempo real y opciones de participación del usuario, lo que abre la puerta a experiencias que combinen transmisión, predicción y apuestas deportivas. Aunque Netflix no ha hecho declaraciones oficiales al respecto, en el sector ya se especula con que el gigante del streaming podría explorar acuerdos con casas de apuestas europeas o estadounidenses para incorporar servicios interactivos dentro de su plataforma, una tendencia que viene en auge en mercados como Estados Unidos y el Reino Unido.

El movimiento de Netflix llega en un momento en que la UEFA experimenta con su nuevo modelo de derechos audiovisuales, permitiendo paquetes globales o regionales combinados, algo que facilita la entrada de actores no tradicionales como Amazon Prime Video, Apple TV+ y ahora Netflix. Según fuentes el valor total de los derechos para el ciclo 2026–2029 podría superar los 7.000 millones de euros, un récord absoluto para el fútbol europeo.

Si la operación se concreta, no solo transformaría el panorama mediático, sino que también podría redefinir la relación entre el aficionado y el deporte. La pregunta que muchos ya se hacen es clara: ¿estamos ante el nacimiento de un nuevo ecosistema donde mirar un partido, apostar y participar sean parte de una misma experiencia digital?


