El día de ayer, 13 de mayo, las autoridades sanitarias de Estados Unidos anunciaron que todas aquellas personas que hayan completado el proceso de vacunación contra el COVID-19 podrán dejar de usar su tapabocas tanto en lugares abiertos como en lugares cerrados, ni tendrán que guardar distancia, incluso cuando se encuentren entre multitudes.
La decisión ha sido anunciada por el CDC (Centro de Prevención y Control de Enfermedades, en sus siglas en inglés), un organismo que fue muy criticado por ser demasiado extremista a la hora de actualizar las restricciones respecto al uso de los tapabocas. Sin embargo, el descenso de los casos de coronavirus y el avance de la campaña de vacunación (más de 117 millones de estadounidenses han recibido la pauta completa) le han permitido a las autoridades a relajar el uso de estos para quienes han culminado su proceso de inmunización.
De hecho, para celebrar tal anuncio el presidente Joe Biden aparecio sin tapabocas, ante la prensa en la Casa Blanca para declarar que “era un gran día en Estados Unidos”. Biden definió como un acto de patriotismo vacunarse y animó a todos aquellos que no lo han hecho que lo hagan cuanto antes. Biden informó que espera que más del 70% de la población adulta estadounidense ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna antes del 4 de julio, una fecha simbólica para el país norte americano, pues es el Día de la Independencia en EE UU.
Hasta la fecha, 154 millones de estadounidenses, más del 46% del total de la población ya ha sido vacunada.
No obstante, el tapabocas seguirá siendo obligatoria en lugares como autobuses, aviones, hospitales, prisiones y centros para personas sin hogar, pero se relajarán las restricciones en los colegios y en los centros de trabajo.
Los contagios están en su nivel más bajo desde septiembre, así como las muertes, incluso desde abril la tasa de contagios es la menor desde el inicio de la pandemia.
Según datos del CDC, a finales de abril unas 9.000 personas de los 95 millones vacunadas para ese entonces se infectaron con el virus, es decir, el 0,009%. Las tasas de hospitalización y muertes fueron del 0,0009% y del 0,0001%, respectivamente.


