La comunidad gamer está encendida tras el anuncio de Microsoft y Xbox: a partir de inicios de 2026, los usuarios deberán someterse a un proceso de verificación de edad que incluye opciones como cargar un documento oficial, realizar un escaneo facial o vincular métodos de pago verificados.

La medida busca cumplir con la Online Safety Act del Reino Unido, que obliga a las plataformas digitales a garantizar la protección de menores en entornos online. La autoridad reguladora, Ofcom, advierte que las compañías que no cumplan enfrentarán sanciones millonarias que podrían llegar a £18 millones o al 10% de los ingresos globales de la empresa.

Para los jugadores, el golpe más duro no es la multa, sino lo que implica en la experiencia: quienes no pasen el filtro no podrán acceder a funciones sociales esenciales como chat de voz, mensajería, listas de amigos o invitaciones multijugador. En otras palabras, sin verificación, Xbox se convierte en una consola de un solo jugador.

La reacción no se ha hecho esperar. En foros y comunidades como Reddit, muchos usuarios entre 25 y 35 años ven el cambio como una “censura encubierta” que pone en riesgo la privacidad. El miedo no está solo en mostrar la cédula, sino en el manejo de datos biométricos como el reconocimiento facial, que abre dudas sobre dónde y cómo se almacenará esa información.

Otros, en cambio, defienden la decisión. Argumentan que el ecosistema online de Xbox se ha convertido en un espacio complejo, donde el control parental tradicional ya no es suficiente. “Si queremos entornos más seguros, hay que dar un paso fuerte”, señaló un especialista en ciberseguridad consultado por medios británicos. La pregunta es si este modelo quedará restringido a Reino Unido o si terminará exportándose a otros mercados, incluido Latinoamérica. Por ahora, PlayStation y Nintendo no han anunciado medidas similares, pero el precedente está servido.


