En esta semana de reflexión , traemos nuevamente para ustedes algunas capsulas , que sin importar el credo , tienen pequeños mensajes que esperamos aprovechen para mejorar su vida y su relación con el entorno y sus semejantes ; tomemos estos días para poner en orden nuestras ideas y de avanzar en este enorme desafío de ser mejores personas y ser felices .
“ Actúas con inteligencia emocional cuando te conoces y manejas tus sentimientos. Necesitas disciplina para cultivar buenas emociones y sacar del interior el veneno en forma de odio, envidia o rabia.
Ganas paz y armonía, si logras interpretar y manejar los estados anímicos de los demás.
Elige sentirte satisfecho con tu vida y sólo cultiva lindas emociones: Afecto, perdón, alegría, paz interior. Piensa en lo mejor para vivir motivado, sé persistente en tus proyectos y supera la frustración.
Conságrate a controlar tus impulsos, vive siempre de buen humor y crea relaciones ricas en empatía. Toda emoción es un estado de ánimo que se refleja en el cuerpo y si es negativa, te enferma. El cuerpo simplemente somatiza odios, rabias, culpas, tristezas o desamor. Ámate y no te enfermes
Es frecuente que para despertar una conciencia anestesiada tengamos que llegar al límite. Es un punto de saturación en el que elegimos cambiar para no sufrir más o no morir.
Es triste que alguien se hunda en el lodazal antes de cambiar, pero así suele suceder. Ojalá tú tomes conciencia, no con dolor, sino con amor y sabiduría, ámate y piensa en las consecuencias de tus actos. Eso fue lo que vivió Buda cuando vio a un anciano, un enfermo, un cadáver y un asceta. Despertó, cambió su estilo de vida y empezó a recorrer un camino que lo llevó a la iluminación.
Otro sendero para despertar es una fuerte experiencia espiritual o amorosa que te sacude y te transforma. Tú eliges aprender en la escuela del amor o en la del dolor. Ámate y no sufras ni hagas sufrir a otros.
Haz un buen manejo de las crisis con estos pasos:
1- Serénate y logra una visión objetiva de los hechos.
2- Evita un manejo impulsivo, sentimientos de culpa y los juicios que son un veneno.
3- Identifica las causas reales de la situación y reconoce las falencias sin excusas peregrinas.
4- Ten autocontrol y elabora un plan de acción con todos los recursos posibles. Usa todos tus poderes: mental, emocional, espiritual.
5- Define metas claras, realistas y con fecha. Hazlo con base en altas prioridades y sé paciente.
6- Sé humilde, busca aliados para no luchar sólo y cultiva una fe firme en Dios, en ti y en los demás. La fe es tu fuerza.
Acepta que todo está relacionado, que una crisis surge de diversos factores y pide soluciones en distintos campos.
Un punto de balance o equilibrio que nos aleja de los extremos y de posturas rígidas y exageradas. ¿Qué es lo que más necesitas? ¿Ser más suave o más firme? ¿Precisas ternura o malicia?
Procura conocerte y no confundas la bondad con la ingenuidad, como les pasa a tantos que se ven como “buenos”. Ser “bueno” no es dejar que abusen de tu nobleza, cargar cruces ajenas o ser un alcahuete” .
Amar es como elevar una cometa: La realidad te dice cuándo hay que soltar o recoger la cuerda y poner límites.


