Uno no tiene que buscar mucho para ver que las apuestas deportivas ahora son legales en gran parte del país. Encienda prácticamente cualquier evento deportivo (incluso en estados que aún no se han legalizado en un universo posterior a Murphy), es probable que vea publicidad de apuestas deportivas.
Por supuesto, este no es el primer rodeo de Estados Unidos con la ubicuidad de los juegos de apuestas o los anuncios adyacentes a los juegos de apuestas. El bombardeo publicitario diario de deportes de fantasía de 2015 se destaca como probablemente el ejemplo más destacado.
En un episodio de deja vu nuevamente, parece que la industria está siguiendo un camino muy similar al de la experiencia de 2015. El gasto en publicidad en 2015, sin duda, contribuyó a que las empresas de fantasía diaria enfrenten un mayor escrutinio por parte de los reguladores, y es probable que el gasto actual en apuestas deportivas tenga un resultado similar.
La solución simple sería que todos en la industria bajaran el tono, tuvieran mucho cuidado con las promociones, se aseguraran de que cada promoción tenga términos claros y solo esté dirigida a las personas que deberían recibir la información. Pero eso parece poco probable que suceda. Las multas por anuncios de apuestas deportivas están aquí
En respuesta a las violaciones de las normas estatales (y provinciales), algunos estados han sancionado a los operadores por no cumplir con las normas de publicidad. Un ejemplo sería el envío de materiales promocionales a personas excluidas o prohibidas.
Ha habido una disparidad significativa en las multas impuestas. Van desde cuatro cifras, lo que parece poco probable que tenga un gran efecto disuasorio, hasta castigos de seis cifras, siendo Ohio y Ontario aparentemente los más agresivos en dar palmadas en las muñecas. Pero, al final del día, seguimos viendo violaciones una y otra vez.
¿Importan las multas?
Con las empresas que reciben multas en todas las jurisdicciones, la pregunta es: ¿las multas tienen algún efecto? Parecía que Massachusetts estaba examinando de cerca el comportamiento y las sanciones de las empresas en otras jurisdicciones. Al final del día, los reguladores estatales aún aprobaron incluso a las empresas que más examinaron, aunque solo sea temporalmente.
¿Es igual en todas partes?
Despojar una licencia o autorización para operar es extremo. Incluso el Reino Unido, que tiene mucha más experiencia en la regulación de las apuestas deportivas y regulaciones más estrictas relacionadas con la publicidad, ha evitado los castigos extremos. Si bien no está claro qué recomendaciones vendrán si se publica el libro blanco del Reino Unido que detalla una revisión publicitaria sugerida, si el mercado norteamericano continúa por el camino actual, es probable que también se enfrenten a llamadas de intervención.
El elefante en la habitación en la publicidad de apuestas deportivas
En los EE. UU., la Primera Enmienda presenta un desafío para los reguladores que buscan controlar la publicidad de apuestas deportivas. Pero si bien la Primera Enmienda podría eliminar una prohibición general de la mesa, no presenta una prohibición total para las restricciones personalizadas.
La Corte Suprema anuló las restricciones a la publicidad de juegos de apuestas que fueron demasiado lejos, pero el gobierno todavía tiene un margen bastante significativo para restringir el discurso comercial, siempre que:
El primer paso es establecer que el discurso es legal, el discurso ilegal no está protegido; Adelantar un interés del gobierno; y, Estar estrechamente adaptados a la promoción de ese interés del gobierno.
Cómo se traducen las decisiones en estados
Lo que esto se traduce en una capacidad significativa para controlar ciertos tipos de publicidad. A nivel estatal, los reguladores pueden tener una autoridad aún mayor para imponer restricciones dada la naturaleza permisiva de las licencias de apuestas deportivas.
Ya vemos que los reguladores estatales imponen varios requisitos en torno a la publicidad de apuestas deportivas y sanciones por infracciones. A través del proceso de concesión de licencias, los estados pueden tener más capacidad para imponer restricciones publicitarias que el gobierno federal.
Si bien la Primera Enmienda significará que es probable que no haya una prohibición federal de la publicidad de apuestas deportivas en el futuro, no excluye la posibilidad de que el gobierno federal intente regular las apuestas deportivas. La realidad es que los estados probablemente podrían (sin siquiera abordar los problemas federales de hacer algo) mucho más fácilmente elaborar pautas más estrictas en torno a la publicidad para proteger mejor a los grupos vulnerables.
¿Alcohol y tabaco como modelo publicitario de apuestas deportivas?
Si bien muchos en la industria del juego se estremecen ante las comparaciones con la industria del alcohol y, más aún, con la industria del tabaco, es poco probable que los legisladores tengan serios reparos en tratar el juego de manera similar a cómo se restringe la publicidad, en caso de que finalmente haya un consenso legislativo.
Muchas restricciones a la publicidad del tabaco se han producido como resultado de que la mayoría de los estados firmaron el acuerdo marco de conciliación con las empresas tabacaleras, que, como uno de los términos, hizo que las empresas acordaran restricciones significativas a la publicidad. La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) tiene un poder bastante amplio para controlar la publicidad que considera injusta o engañosa, lo que, como describió el ex comisionado Roscoe Starek III en 1997, “un acto desleal
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