Brasil se perfila como el gigante de las apuestas en línea, con estimaciones que proyectan ingresos brutos (GGR) de US$10.000 millones (R$47.200 millones) para 2029, según el informe How to Win Brazil’s Regulated Market de H2 Gambling Capital y OpenBet. Sin embargo, el rápido crecimiento del sector enfrenta serios desafíos regulatorios y operativos, que podrían frenar su expansión si los operadores no logran adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.

El estudio revela que las apuestas deportivas representarán el 55% del mercado en 2025, seguidas por las tragamonedas con un 27% de participación. Se espera que para 2026 haya 39 millones de cuentas activas en plataformas de apuestas, con un GGR promedio de US$133 (R$745) por usuario. Además, el fútbol concentra el 86% de los ingresos de este sector.
A pesar de estas cifras millonarias, la industria enfrenta obstáculos clave. El cumplimiento de la Ordenanza No. 722, que exige geolocalización precisa para garantizar que los jugadores estén en zonas autorizadas, obligará a los operadores a implementar herramientas avanzadas como OpenBet Locator. Además, la presión regulatoria pone en el centro del debate la necesidad de controles estrictos sobre el juego responsable, con plataformas como Neccton liderando en protección de usuarios.
El crecimiento explosivo de las apuestas en Brasil podría convertirse en un arma de doble filo. Si bien el país se posiciona como un mercado multimillonario, los operadores deberán equilibrar rentabilidad y cumplimiento legal, o arriesgarse a quedar fuera de un sector en plena transformación.


