Un año después de que se realizara la consulta popular, que prohibiera la operación de los juegos de azar (casinos y salas de juego) en Ecuador, el aumento del juego clandestino no se ha hecho esperar. Ocultos bajo la fachada de casas, restaurantes y hasta centros comerciales operan en las principales ciudades casinos clandestinos.
Desde que cerrarán definitivamente el pasado 15 de Mayo los últimos casinos que operaban en Ecuador se ha evidenciado una alarmante proliferación de locales clandestinos donde se ubican desde mesas de poker hasta máquinas tragamonedas. Los casos más recientes se presentaron en Milagro y Portoviejo. En Milagro las autoridades descubrieron una sala de juego que funcionaba clandestinamente al interior de una vivienda y donde incautaron 24 máquinas y detuvieron a dos personas.
Asimismo, en un local de Portoviejo, provincia de Manabí, se decomisaron 40 máquinas tragamonedas, documentos y tickets para rifas. El casino funcionaba también al interior de una vivienda en la cual se debía ingresar por un zaguán hasta llegar a la parte posterior del inmueble y donde se debía tocar el timbre 2 veces a manera de contraseña.
La prohibición que tenía entre otros propósito acabar con la ilegalidad parece tener el efecto contrario y ha llevado a un aumento de la clandestinidad. Para Ignacio Irujo, quien antes de la prohibición frecuentaba estos establecimientos, la situación es clara. “(Ecuador) es el segundo país en prohibir los casinos y el primero en estimular el juego ilegal que no paga impuestos e incentiva el mercado negro. El gobierno debería pensar mejor en las medidas que toma y dejar de ser moralista para convertirse en real y contundente ejemplo. La prohibición no genera conciencia sino desacato y violencia”
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