El proyecto de ley 621 busca establecer aumentos a los jubilados y pensionados cuyos montos de pensiones sean inferiores a los $1.500 dólares mensuales, en los artículos 3 al 6 se habla específicamente de las nuevas formas de financiamiento que con los cuales se buscaba concretar este incremento.
Dichas fuentes de financiación para obtener este aumento provenían idealmente del 5% de las ganancias netas anuales de máquinas tragamonedas y centros de apuestas en casinos y salas de juego, y del 7% del monto de las remesas enviadas al exterior para los extranjeros residentes en Panamá. LEA AQUÍ: IMPUESTO AL JUEGO EN PERÚ: 5,5% Y VAN POR MÁS
Sin embargo, el presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela, vetó de manera parcial por medio de un comunicado oficial de la Secretaría de Comunicación de Estado en donde argumenta que esta formula para aumentar el subsidio para jubilados y pensionados es, “inconveniente e inexequible”.
Objeta que, ”otro impuesto a los juegos de suerte y azar pondría en riesgo la viabilidad económica del sector”, este punto estaba incluido en el artículo vetado número 3. El argumento técnico del veto radica en la “inexequibilidad” e infracción al artículo 264 de la Constitución Penal, al crear una doble tributación.
Los juegos de suerte y azar en Panamá, a pesar de que no han tenido en sus últimos años un buen desarrollo como industria, ya aportan $154 millones dólares a las arcas del gobierno.
En concreto, Varela vetó por inexequibles los artículos 3, 4, 5 y 6 del proyecto de ley. Éstos se refieren en específico a las fuentes de financiamiento con las cuales se buscaba concretar este incremento.
Por su parte, el Gobierno reconoce como justas las aspiraciones de los jubilados de aumento en sus pensiones y, por medio de una nueva Comisión de Alto Nivel, integrada por los viceministros de la Presidencia, Francisco Artola, y de Economía y Finanzas, Gustavo Valderrama trabajan en una fórmula económica responsable y sostenible para abordarlas.


