El sistema financiero local toma distancia de las empresas vinculadas a la industria de juegos de azar específicamente de los casinos que, aunque en el primer trimestre reportaron cerca de $544 millones USD en apuestas, continua la incertidumbre sobre las múltiples situaciones que está viviendo esta industria en Panamá.
Pues, aunque los controles sobre el sector con distintos objetivos han tenido sus frutos bien sea para impulsar al mismo e incluso para filtrar a los operadores en aras de obstaculizarle el paso a quienes sacan provecho de la industria para el lavado de activos, sigue sin convencer por completo a los bancos quienes la siguen viendo como una industria de alto riesgo.LEA AQUÍ: LA FERIA SAGSE; EL REFLEJO DE LA INDUSTRIA PANAMEÑA
“Como consecuencia los bancos le han ido cerrando las puertas a los operadores, por medio del cierre de sus cuentas”
En el momento solo el Banco Nacional continua con las puertas abiertas recibiendo dineros provenientes de la industria de juegos de suerte y azar, por solo para el pago de impuestos y el porcentaje que recibe la Junta de Control de Juegos por la supervisión que le realiza a la industria.
En la actualidad la industria se encuentra en un punto donde se puede clasificar como oligopolio pues solo 27 empresas controlan las más de 100 concesiones y licencias que entrego el estado, lo cual incluye Bingos, Hipódromos, salas de apuestas deportivas y casinos que manejan Mets tipo A y C .


