Aunque ETESA ya parece haber pasado a mejor vida, los actos de corrupción y malos manejos, que fueron causa de su liquidación, permanecieron hasta sus últimos días. Ahora se ha dado a conocer la sospechosa autorización para la operación de un juego novedoso.
De acuerdo a la más reciente edición Revista Semana, ETESA autorizó el pasado 5 de Diciembre al Grupo Gelsa, operador de chance en Bogotá y Cundinamarca, para operar el juego denominado Dardo Millonario y poderlo ofrecer como alternativa de apuesta en todas sus terminales y en las que a diario miles de personas juegan chance y otros juegos de azar.
El cuestionamiento a la autorización se centra en que esta elevó un juego exclusivo de casinos al mismo nivel de un juego novedoso como el Baloto o el Astro Millonario, sin tener que haber pasado por el proceso de licitación que la ley exige para este tipo de juegos.
En 2010 ETESA autorizó a la empresa Inversiones El Dardo Millonario para instalar tres casinos en Turbaco, Turbana y Santa Rosa (Bolívar). Este juego, que muy seguramente comenzó hace años en Sucre, es bastante atractivo porque las personas le apuestan a un número, sin repetir cifra. Después se ponen a girar dos o tres ruletas que hay en la pared. Al tiempo, tres apostadores le tiran a cada una un dardo, con el que se escoge el número ganador.
Frente al éxito, el 1 de diciembre de 2010 Etesa le autorizó a la empresa mover uno de los juegos de Turbana a Girardot (Cundinamarca). Hasta ese momento, la autorización y el contrato no infringían disposición legal alguna. Las dudas comenzaron en enero del año pasado cuando Inversiones El Dardo millonario le propuso a Etesa modificar el objeto contractual para que las personas lo pudieran jugar en cualquier sede de la empresa o de otros establecimientos que estén conectados y que los sorteos se pudieran transmitir por televisión. En otras palabras, convertirse en una especie de chance o 'balotico'.
Después del relevo en la presidencia de ETESA en septiembre de 2011, asumió el médico vallenato Faruk Urrutia Jalilie, quién el 5 de diciembre, y previo a estudios y conceptos jurídicos, que hoy están cuestionados por las autoridades, decidió autorizar el traslado de los juegos de Bolívar a Bogotá y permitir que la empresa Pagatodo, que opera el chance en la capital y en Cundinamarca, empezara a operarlo. Desde hace meses, dicen varios operadores de terminales, este se viene jugando incluso en otras regiones del país, y el número ganador se escoge a las siete de la noche en el casino de Girardot. A cambio de explotarlo, la empresa le paga al gobierno 6.427.000 pesos al mes por estar en la categoría de juego localizado, y no por las ventas como 'juego novedoso'. Nadie en el gobierno ni la Dian sabe cuánto produce este juego al mes.
Frente a estas supuestas irregularidades será la reemplazante entidad Coljuegos quien tenga la última palabra y se encargue de desentramar este enredado asunto.


