El tratamiento de la adicción al juego en Estados Unidos ha experimentado décadas de estabilidad, pero los recientes cierres provocados por la pandemia han alterado el equilibrio. El Dr. Nathan Smith, director del Instituto de Investigación Kindbridge, analiza la eficacia de la telesalud como tratamiento en un mundo que aún se tambalea por los efectos de Covid.

El trastorno del juego es una enfermedad mental grave y la única adicción conductual reconocida actualmente por la Asociación Americana de Psiquiatría.

La estabilidad de décadas en el tratamiento de este trastorno se ha visto alterada por los bloqueos inducidos por el covid, con poblaciones que se aíslan durante meses y sucumben a las tensiones posteriores.

La pandemia ha creado un cambio sísmico en los factores sociales que influyen en el trastorno del juego y en la disponibilidad de tratamiento: Los factores de riesgo subyacentes se intensificaron, la disponibilidad del juego cambió drásticamente y se redujo el acceso al tratamiento.

Se han llevado a cabo varios estudios para considerar el impacto que han tenido los cierres en el consumo de juegos de azar en línea, con el paso de las apuestas minoristas a las online, la reducción del acceso a las opciones de tratamiento y la disminución de la calidad de la salud mental.

La reducción del acceso al tratamiento es un problema claro, que debe abordarse para evitar que continúe el deterioro de las condiciones de las personas más expuestas. Las áreas de eficacia que más han sufrido han sido aspectos como la terapia de grupo, que no se ha ofrecido en los últimos años debido a que no cumple con las directrices de distanciamiento social.

Los resultados de la investigación sugieren que el tratamiento tradicional de la ludopatía no es adecuado debido a su estructura rígida y a la fragmentación en las poblaciones marginadas, lo que significa que hay que poner más énfasis en tratamientos más nuevos y alternativos como la telesalud.

Sin embargo, las normativas estatales de EE.UU. dificultan actualmente la transición a los servicios de telemedicina para el juego. Con los cierres todavía relativamente frescos en la mente de la mayoría, los pacientes siguen siendo recelosos de buscar tratamiento para las afecciones médicas y los hospitales están más centrados en reducir la propagación de los virus, incluso a costa de reducir el apoyo social a los pacientes.

“Como en muchos aspectos de la vida, la pandemia nos ha hecho replantear nuestra forma de pensar para seguir adelante”

En el tratamiento de la adicción al juego, la telesalud ha surgido como uno de los principales candidatos para resolver los problemas que han surgido. La telesalud ofrece una forma de superar los numerosos aumentos de los factores de riesgo social del trastorno del juego, ofreciendo una terapia a distancia que permite el acceso a la atención cuando se está aislado.

Kindbridge es pionera en la creación de nuevos centros de tratamiento en línea, así como en diferentes enfoques del tratamiento tradicional, que pueden trasladarse a la red de forma temporal o permanente.

Por ejemplo, durante un cierre, un servicio de recuperación de adicciones que utilizaba grupos de autogestión y formación para la recuperación pasó con éxito del tratamiento presencial a las consultas telefónicas sin que cambiara la calidad del tratamiento.

La atención a las adicciones no relacionadas con los opiáceos suele ser deficiente, lo que se ha agravado desde la pandemia. Una revisión de las notas informativas a nivel de país elaboradas seis meses después del brote mundial de Covid-19 descubrió que ocho países abogaban por aumentar las soluciones de telesalud para la atención a la adicción.

Aunque los problemas del aislamiento social y el aumento del tiempo frente a la pantalla siguen existiendo, la prestación en línea, como modalidad de tratamiento, aumenta la eficiencia general y el cumplimiento administrativo.

Otro beneficio potencial del tratamiento por telesalud es la posibilidad de integrar otras herramientas basadas en aplicaciones para el tratamiento de la ludopatía en combinación con métodos más tradicionales.

Una de estas herramientas es la intervención ecológica momentánea, que entrega intervenciones breves electrónicamente al teléfono de una persona. En un ensayo de viabilidad, el uso de técnicas de intervención ecológica de seguimiento en los teléfonos inteligentes pudo reducir los episodios de juego en un 71%, las apariciones de craving en un 72% y la intensidad del craving en un 5,4%.

Estamos atravesando un territorio desconocido en muchos aspectos. La disponibilidad de los juegos de azar en EE.UU. es ahora mayor que nunca, mientras que el acceso a nuevos tipos de tratamiento también está en un nivel superior al visto anteriormente.

La aparición del tratamiento en línea es un aspecto muy positivo. La mano que guía a los proveedores de tratamiento en línea, y su experiencia en herramientas esenciales como la telesalud, serán vitales en los meses y años venideros, cuando el sector busque establecer prácticas sostenibles y viables en materia de juego responsable.