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El miércoles 10 de Junio a las 5:30 p.m., las 1.320 sillas del Teatro Mayor del Julio Mario Santodomingo, en Bogotá, estaban copadas. Los asistentes, que pagaron más de 4 millones de pesos por la entrada, asistieron para escuchar los consejos de uno de los diez empresarios más importantes del mundo.
Sir Richard Branson no se hizo esperar. Con sombrero vueltiao, la nueva camiseta de la Selección Colombia y su ya acostumbrada sonrisa se tomó el escenario del World of Business Ideas 2016.
El llamado ‘emprendedor rebelde’, quien horas antes se reunió en la Casa de Nariño con el presidente Juan Manuel Santos habló durante mas de dos horas y sorprendió con sus reflexiones:
LAS LECCIONES DE UN EXTRAVAGANTE
Según Forbes, Branson tiene en su cuenta bancaria 5.400 millones de dólares, es la octava personalidad más adinerada de Reino Unido y la 286 en el mundo. En un año avanzó 44 posiciones. El emprendedor no heredó su fortuna. Y en 50 años que lleva amasando sus millones, tiene claro lo que se necesita para ser exitoso (LEA TAMBIEN los secretos de Richard Branson para ser exitoso)
Su premisa es que un empresario es quien hace diferente la vida de los demás. Su fin no se traduce en ganar dinero sino en resolver problemas. De hecho, cualquiera diría que Branson se avergüenza de la plata que día a día se acumula en sus arcas a costa de sus fructíferos negocios: se sonroja cada vez que alguien habla de su abultado bolsillo y se apresura a descalificar la importancia que el mundo aún le da a lo que, para él, es solo una herramienta.
Eso sí, Sir Richard Branson no escatima en gastos cuando de darse gusto se trata. Vive en una isla y suele nadar en la que es vecina a la suya. Cuando está en casa, practica ‘kitesurfing’ y tenis al menos dos veces al día. Y es que, para él la diversión, el estilo y la pasión jamás pueden abandonar a un emprendedor.
Branson, acostumbrado a romper récords -fue el primero en cruzar en globo aerostático los océanos Atlántico y Pacífico- asegura que un buen emprendedor nunca acepta lo inaceptable y crea oportunidades a partir de riesgos, de sus propias frustraciones. ( LEA TAMBIEN Ir más allá de las cifras para manejar el negocio )
Él, quien se declara amante de los retos, cuenta que precisamente la aerolínea Virgin Atlantic Airways nació de un momento frustrante en su vida. Un buen día, American Airlines le reprogramó un viaje a las Islas Vírgenes británicas donde su novia lo esperaba impaciente y el magnate decidió no aceptarlo. Alquiló un avión e invitó a los pasajeros que se quedaron por fuera del vuelo como él, fue uno de ellos quien le sugirió fundar su propia compañía aérea.
Y es tras contar esta historia que Branson imparte otra lección: si un sector de la industria está estancado, ahí hay una oportunidad. No en vano es el único en el mundo que ha construido ocho compañías multimillonarias en ocho sectores diferentes. “Cada negocio es una nueva aventura. Lo clave es pensar diferente a la competencia y amar lo que haces. Que no te dé miedo equivocarte, solo los verdaderos emprendedores fallan en sus intentos”, agrega.
El genio de los negocios no le teme a los fracasos. Intentó derrotar a Coca-Cola con Virgin Cola y no han sido pocos los ‘dolores de cabeza’ que se ha ganado por su negocio ferroviario Virgin Trains. Branson asegura que la fórmula para superar los errores se encuentra en mentes positivas y en una amplia sonrisa que jamás puede abandonar al buen emprendedor ( LEA TAMBIEN Hasta Richard Branson puede tener un día de bajón )
Cuando le preguntan qué busca en sus empleados, no duda en contestar “que amen a la gente”. “Me interesan las personas que sacan lo mejor de los demás, líderes que saben escuchar y, en vez de criticar, apoyan y motivan a quienes están a su cargo. ¿Y qué hace Sir Branson para que todos quieran ‘sudar la camiseta’ por él? Cuida la pasión de su gente y se empecina en mantener vivo su entusiasmo.
Los empleados del empresario tienen licencia de paternidad, no deben pedir permiso para ausentarse y pueden trabajar desde donde desean. Y, como si fuera poco, los afortunados son libres de pedir vacaciones remuneradas cuando deseen. “A las personas no les gusta que las traten como niños chiquitos. Ellos quieren que los veas como los adultos que son”, sentencia.


