Los juegos de suerte y azar son mucho más que apuestas en cualquiera de sus modalidades, es toda una industria, pero a la vez una actividad que involucra a seres humanos con ilusiones, sueños y deseos. En el caso de los usuarios que optan por este tipo de entretenimiento, sus ilusiones pueden ser las de satisfacer necesidades sociales, afectivas o económicas, cualquiera de ellas es válida y respetable mientras no afecte su condición de responsabilidad frente a sus compromisos familiares, laborales y personales.
Los empresarios de este sector buscan responder a esos sueños y deseos a través de una actividad formal, seria, estructurada y socialmente responsable. Todos ellos mujeres y hombres, que con dedicación y esfuerzo buscan cada día su sustento y el de sus familias a través de una actividad legal debidamente regulada por el Estado.
El Estado puede mejorar sus formas de promoción y fiscalización del sector, buscando que el empresariado legal y no el negociante ilegal -que medra el sector y afecta a la comunidad y que hay que atajar con todo el rigor- sienta que su interlocución con las autoridades no se reduce a acciones puntuales, sino a un plan concertado y de mutuo conocimiento que permitan potenciar los beneficios y recursos que esta industria genera para la salud, sus inversionistas y trabajadores.
La proliferación y dispersión de normas y controles en el sector sólo llegan a los empresarios formales que mayor cumplimiento muestran y quienes son los más afectados por una reglamentación, normatividad que no logra enfrentar la ilegalidad que se mueve en detrimento del sector. Por estas y muchas razones exhorto al gobierno a que trabajemos juntos, construyendo confianza, tendiendo puentes de comunicación, fortaleciendo nuestros vínculos, luchando por ser mejores cada día como socios naturales, con empresas responsables y cumplidoras de sus deberes; con seguridad ese es el camino para aportar a un mejor país, a una mejor y cada día más profesional actividad de juegos de suerte y azar, que tenga la posibilidad de ofrecer a sus usuarios el entretenimiento responsable que buscan.


