ADS-1A
  • Mi Cuenta     Crear Cuenta
  • English Version
ADS-2A
Logo MVE
ADS-2B
MIS FAVORITOS
Debes tener una cuenta ( Grátis ) para poder agregar cualquiera de nuestras publicaciones en esta zona de favoritos y asi encontrarlas rápidamente

ACCESOS DIRECTOS
Cargando...
ADS-30
Estas aquí -> Inicio / columna-opinion /

Tema de reflexión: Un creyente no es envidioso

Fecha de publicación: 2016-03-21
Tema de reflexión: Un creyente no es envidioso

Tema de reflexión: Un creyente no es envidioso

  

Padre Alberto Linero

La envidia hace demasiado daño. Nos daña a nosotros mismos y a las personas que envidiamos. La envidia nace cuando nos comparamos con los demás y comenzamos a desear lo que los otros tienen. Algo nos hace pensar que los otros son mejores que nosotros y que valen más que nosotros por eso que tienen y entonces nos esforzamos por obtener a cualquier precio eso que ellos tienen. Lo doloroso es que alcanzamos a tener lo que los otros tienen e igualmente nos seguimos sintiendo poco valorados, incapaces y poco amados. Lo cual nos deja claro que la solución de la envidia no está en alcanzar un nivel de vida pleno económica y socialmente sino en ser capaces de amarnos y valorarnos tal cual somos.

Tenemos que analizar todos los efectos negativos que tienen en nuestra vida y en la vida de los que están a nuestro lado la envidia. Son efectos muy destructores. Acaba nuestra autoestima, destruye las relaciones y nos hace volvernos enemigos, nos vuelve violentos y nos puede llevar a eliminar al otro. ¿Cómo vencer la envidia?. Te propongo cuatro actitudes:

1. Reconoce todas tus cualidades y darte cuenta como ellas te pueden ayudar a conseguir lo que estás soñando. No te quedes viendo solo lo que no tienes y te hace falta; es necesario ver todo lo bueno que hay en ti y las posibilidades con las que cuentas. Tienes que experimentar lo valioso que eres. Recuerda que tu valía no depende de las cosas que tienes o puedes hacer sino de lo que eres realmente. Tienes que concentrarte en todas esas capacidades que hay en ti.

2. Entender que nada de lo que el otro tiene le hace mejor a ti. Somos iguales ontológicamente y tenemos el mismo valor. El cual no se pierde ni se engrandece con nada. No te sientas menos que el otro por sus posesiones o posibilidades. Deja de sufrir por lo que él tiene. La tragedia es que te sientes menos y que seguro crees que merecías mejores cosas y no las tienes. No te obsesiones con el otro. Los que se dedican a criticar obsesivamente al otro lo único que manifiestan es su envidia por ellos.

3. Comprende que el otro ha hecho algo para ganar lo que tiene. No desprecies sus cualidades y sus posibilidades; en él también hay virtudes y capacidades y tienes que aprender a respetar eso. A nadie le caen las cosas del cielo, siempre hay un esfuerzo para conseguirlas. Se capaz de comprender que la vida es una conquista constante en la que todos tenemos que luchar.

4. Orar por esa persona y entender que las “cosas” que posee pueden ser su felicidad pero a la vez su problema, seguro lo hacen estar contento pero también lo hacen sufrir. No pienses sólo en lo que disfruta sino en lo que sufre por tener lo que tiene. Da gracias a Dios por esa persona y lo que ha podido hacer. Muestra que en ti hay sentimientos nobles.

Tenemos que luchar contra cualquier sentimiento de envidia que nazca en nuestro corazón, no hacerlo implica sufrir mucho y hacer sufrir a los demás. No se puede ser creyente y envidioso. No se puede estar hablando de Dios y estar deseando con mucha intensidad el éxito del otro, eso lo único que explica es que no conocemos a Dios.


¿Cómo te parecio este articulo?
Este articulo me gusta
0%
Este articulo no me gusta
0%
Este articulo me encanto
0%

ADS-32


ADS-33
ADS-36
ADS-37
Cerrar ventana
ADS-3A
ADS-3B
>> Cerrar X
>> Cerrar [ X ]
ADS-25
Hablemos!