Brasil es el mercado donde más expectativas tiene la industria del juego. No sólo por su población, la cual es la más alta del continente, si no porque desde el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) llevan a cabo un plan para legalizar las apuestas deportivas.
Sin embargo, el senador Angelo Coronel defiende la legalización del juego en Brasil y apunta a que se incluya a todo el sector, no solo a los casinos o apuestas deportivas.
De hecho, resalta la urgencia de seguir ese camino en la Legislatura para poder salvar la economía brasileña.
La posibilidad de avanzar con el Proyecto de Ley 2648/2019, de Roberto Rocha, podría generar hasta 700 mil empleos directos e inyectaría US$8.700 millones a la economía. La propuesta, justamente, avanza sobre la regulación apuestas deportivas incluyendo eventos con animales, las tragamonedas, y los casinos.
En febrero el BNDES sacó una Solicitud de Información (RFI, por sus siglas en inglés) abriendo el espacio a empresas que quieran participar del certamen que culminará con la contratación de un consorcio de compañías que evaluarán el mercado para poner un precio a las licencias. Esto fue la primera etapa del proyecto, que tendrá una segunda fase para analizar y concebir el marco legal-regulatorio, y una tercera para garantizar los servicios necesarios para transferir las apuestas del sector público al privado.
De acuerdo con expertos, el “2021 va a ser el año de Brasil después de décadas de espera", pues se espera que en julio se reglamente una ley federal de apuestas, y que a partir de esta, los estados podrían permitir a empresas realizar "apuestas deportivas de cuota fija".
En Brasil existen 450 operadores, y eso lo haría más accesible, porque impediría un límite en la cantidad de licencias, ya que se está hablando de otorgar un número entre 50 a 100 posibles operadores, que serían pocas para la industria existente.
De alli, la necesidad y expectativa de unir a todos los sectores para avanzar con la problemática de que muchas de estas actividades se realizan de forma ilegal en la acutalidad.
