La Nintendo Switch 2 llegó con el cartel de ser la evolución natural del híbrido más exitoso de la historia. Pero como dirían en cualquier torneo: no todo lo que brilla es meta.

Uno de nuestros lectores, jugador de vieja escuela y sin pelos en la lengua, la puso a prueba sin piedad… y esto fue lo que encontró.
- El medidor de batería miente más que ex en Navidad
No es que la batería esté mala, es que el ícono de carga no se actualiza bien. Puede mostrar 5 % y aún tener media batería, o apagarse en seco cuando juraba estar al 30 %. Nintendo lo sabe y recomienda hacer ciclos de carga o usar el modo recuperación. No es grave, pero sí molesto. Sobre todo si estás en mitad de una ranked.
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- Retrocompatibilidad: sí, pero con trampa
En teoría, todos los juegos de la Switch original corren. En la práctica, varios presentan bugs, glitches o cierres espontáneos. Fall Guys, Doom Eternal, Alan Wake, Mega Man… todos con errores. Incluso Smash Bros. Ultimate tiene un bug mortal si mezclas jugadores de Switch 1 y 2 usando personajes Mii. El parche viene en camino, dicen.

- El modo mouse es un meme andante
La idea de mover el cursor con el Joy-Con 2 suena a calidad. Pero cuando lo usas, es otra historia. Cansancio físico, precisión baja, ergonomía de castigo. Para navegar el menú, sirve. Para un shooter o estrategia, prepárate a sufrir. A los 15 minutos quieres volver al stick como si fuera tu ex.
- El sistema magnético es bueno… hasta que no
Los Joy-Con se acoplan con imanes. Innovador, sí. Pero después de unas horas, ya se sienten flojos en algunas unidades. ¿Casualidad? ¿Diseño frágil? Aún no hay consenso, pero el miedo está sembrado.

- Stick, giroscopio y mouse: una pelea sin ganador
Cuando los tres están activos al tiempo, la consola no sabe a quién hacerle caso. El puntero se va, el stick responde a medias y el giroscopio decide rotar el mundo. Splatoon 3 con este seteo es más caótico que lobby de COD sin filtro.

Veredicto del lector:
No, la Switch 2 no es mala. Pero sí falla, y más de lo que Nintendo quiere aceptar. Hay hardware que brilla, pero también detalles que dejan sabor a consola beta. Si vienes de la Switch original, pensalo dos veces antes de venderla.


