La semana pasada terminó la feria de panamá que pretende infructuosamente poner el juego panameño en el radar de la industria Mundial y sacar adelante este evento que no avanza ni parece ir hacia ningún lado. Claro esta, no es culpa de la organización Monografie promotora del evento que hace su mejor esfuerzo, es mas bien culpa de una administración comprada y en la nómina de las dos únicas empresas que monopolizan el juego en el istmo .
La JCJ o junta de control de juegos de Panamá en cabeza de Erick Ríos hace todo lo posible para evitar la entrada de cualquier nuevo competidor y les cubre la espalda con el impuesto de entrada al negocio que ronda el Millón de dólares para aplicar a una licencia de casino que deberá salvar decenas de obstáculos y funcionarios corruptos que interpretan la ley de manera aleatoria, para poder ver la luz dos años después de haber iniciado el proceso.
Con las máquinas en la calle o tipo B, mas llamadas “el oro de los tontos” se aseguran de que nadie pueda crecer pues el tope al premio mayor de 300 Balboas (o lo que es lo mismo: dólares) y el alto impuesto que ronda los usd 145 hacen que a largo plazo sea inviable una operación exitosa, pues antes de iniciar debieron de comprar las famosas “chapas” o placas de identificación para poder explotar cada máquina y que llegado el caso, el mismo Ríos deroga sin mediar explicación de la noche a la mañana, vía resolución con argumentos sacados de donde nadie lo esperaba y son asignadas a alguien más que pagó hasta usd 250,000 para tenerlas, que donde va la plata? A las arcas del estado es seguro que no .
Muchas son las noticias sobre la caída de los recaudos por parte de la JCJ y de la industria del juego en Panamá por el impuesto el 5% al ganador de cualquier premio sea la cantidad que sea (lo que desestimula el juego pues los jugadores allí dicen que cuando pierden les deberían devolver ese mismo porcentaje de lo apostado) , pero esta caída no es real, hace parte de una elaborada pantomima orquestada por la ASAJA (asociación de Administradores de Juegos de Azar) para sacar y quebrar a los pequeños empresarios.
Este no es un modelo digno de imitar pues el Monopolio ha hecho que un país que tiene gran potencial en este rubro se estanque y eso es lo que demuestra una feria Muerta y sin movimiento.
Coljuegos parece no haber tomado este modelo, gracias a Dios y es por ello que la apertura a nuevos mercados y la inclusión de todos quienes quieran acceder al mercado hacen que Colombia sea noticia.


