El Covid-19 ha tenido un duro impacto en los juegos de suerte y azar, y, para los casinos en Perú, las consecuencias han sido mucho más que graves. De entrada, la industria ha perdido millones de dólares por no poder operar, además de puestos de trabajo debido al cierre de empresas.
Ante la crisis económica y las restricciones impuestas por la segunda ola, que supuso un segundo cierre de la actividad, se estima que al menos el 10% de empresas del rubro han quebrado entre fines del 2020 e inicios del 2021. LEA AQUÍ: CIERRAN NUEVAMENTE LOS CASINOS EN PERU
De acuerdo con Juan Katekaru, representante del gremio de empresarios de Casinos y Tragamonedas en Perú, en base a este número de empresas del sector quebrado, se perdieron un 15 por ciento de los puestos de trabajo de la industria, mientras que otros de los trabajadores se encuentran en suspensión de su contrato laboral.
“Se trata de uno de los sectores más organizados, y que aporta más de (US$134 millones) al año, solo en impuestos directos al juego, nuestro rubro es 100 por ciento formal, y uno de los que más tributación aporta a municipios y SUNAT”, dijo Katekaru.
El gremio de casinos y tragamonedas está conformado por aproximadamente 800 operaciones a nivel nacional. Es uno de los que más puestos de trabajo genera en el país con 87,000 trabajadores formales directos y otros 250,000 puestos de trabajo formales indirectos
Esta actividad solo pudo reabrir entre diciembre y enero, por lo que prácticamente lleva 10 meses de paralización, con un aforo del 20% en los casinos a principios de diciembre.
En este sentido, el Gremio de Trabajadores de Casinos y Tragamonedas del Perú solicitó a la Presidencia del Consejo de Ministros que pueda considerar su reactivación bajo nuevos y estrictos protocolos, como un aforo muy reducido, toma de temperatura, desinfección diaria de las máquinas, y desinfección de las máquinas después de cada uso, cumplimiento de la distancia de 1.5 metros entre máquina y máquina, entre otros.
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“No entiendo por qué otras actividades han podido abrir y nosotros estamos a la expectativa. Creo que deben darnos la oportunidad de seguir trabajando y tratarnos como una actividad importante de entretenimiento, tal como los restaurantes y centros comerciales. Nosotros no vamos a expedir comidas ni bebidas, y tampoco vamos a realizar espectáculos. Se sustenta en que nuestros protocolos de bioseguridad, aprobados por el Ministerio de Salud, son los más exigentes y los cumplimos a cabalidad”, criticó Katekaru.


