Las clínicas y hospitales, el sistema de salud en general, libran hoy una angustiosa carrera contra el tiempo pues los recursos económicos desde el cierre de la economía han sido muy pocos, debido a que con esas medidas el sector de juegos de suerte y azar ha redujo en un 100% su aporte durante casi 5 meses a la salud de los colombianos. Ya se ha visto que estas instituciones colapsan cuando la curva del coronavirus sube: las camas no alcanzan, el personal no da abasto y los elementos esenciales comienzan a escasear.
En Colombia la cuarentena ha logrado aplanar la curva de contagios en cierta medida y les ha dado días valiosos para estar listos. Pero esta noticia tan positiva se ha convertido a la vez en su verdugo y ya les propinó un fuerte revés, pues existe un problema serio si se tiene en cuenta que tendrán que enfrentar en poco tiempo el repunte de casos de la pandemia con toda su intensidad, pues de acuerdo con el IDEAM (Instituto de Hidrologia, Meteorologia y Estudios Ambientales) y el Ministerio de Salud en octubre se estima llegara un rebrote y repunte de casos de COVID-19.
En el país los brotes han tenido un comportamiento localizados, con velocidades distintas, como se ha visto en los momentos diferentes en que azotó a Leticia, Barranquilla, Medellín, Cali o Bogotá. Por eso, la posibilidad de que haya nuevas oleadas se aprecia mejor desde lo local.
Con datos actualizados al 30 de septiembre, la plataforma oficial Saludata de la ciudad de Bogotá proyecta que el contagio alcanzará una cumbre hacia fines de octubre o inicios de noviembre en la Capital.
Esto es lo que ha pasado con el sistema de salud por el cierre de los casinos por más de 5 meses
Las cifras son dramáticas en Bogotá, hospitales de alta complejidad que tenían 25.000 millones de pesos de ingresos mensuales cayeron a 12.000 millones. La ocupación en hospitalizaciones está en promedio a la mitad. Y las consultas externas, cirugías programadas y exámenes están cancelados casi en su totalidad. Hasta las urgencias colapsadas, operan hoy a menos del 70 por ciento. El director de la Clínica Shaio de Bogotá, Gilberto Mejía, cuenta que por ejemplo los tapabocas que antes costaban 80 pesos subieron a 1.000 e incluso a 1.800. El directivo explica que a cada cuarto de un paciente aislado entran en promedio 25 personas al día (de aseo, comida, terapias, toma de muestras, enfermeras y médicos) y que cada kit de protección básica hoy está alrededor de los 25.000 pesos.
Sin embargo, en el escenario aquel en el que no se practique ninguna restricción, se llegarían a un rebrote tan alto que Bogotá solamente necesitaría casi 10 mil camas UCI a inicios de noviembre, cuando la ciudad tiene 2.200 y toda Colombia tiene unas 10 mil. En este caso extremo, se coparían todas las UCI de Bogotá tan pronto como el 14 de octubre.
Por eso, estas instituciones lanzaron un grito de auxilio. “Pedimos un esfuerzo extraordinario en este tiempo extraordinario”, asegura Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas. Le plantean al Gobierno que les paguen la disponibilidad, es decir, que les giren un valor por cada cama que tienen hoy vacía a la espera de los pacientes con virus, pues los recursos que antes recibían hoy son insuficientes.
Según las cuentas de la Procuraduría la deuda del sistema de salud supera los 5,4 billones de pesos y el 60% tiene una mora superior a los 90 días, entidades como la ADRES, son una de las encargadas de recolectar los impuestos que pagan los casinos. Ahora bien, el sector de juegos de suerte y azar siempre ha sido la columna vertebral de la salud de los colombianos, pero hasta apenas ahora comienza a hacerse visible, permanecía escondida y solo se le miraba para pagar los impuestos que llenaban las arcas del gobierno.
En medio de esta pandemia, el gobierno ha comenzado a ver con mucha más urgencia la importancia de mantener a flote este sector, y de su reapertura estable durante el tiempo.
Incluso el ministro José Manuel Restrepo, visitó sorpresivamente en Bogotá uno de los casinos ubicados allí para conocer la implementación de las medidas sanitarias, y calificó de excelente la organización de los protocolos de la industria.
Por su parte, el concejal de Bogotá Juan Javier Baena visitó un establecimiento también para conocer de cerca la operación de la industria, sus comentarios fueron muy positivos e incluso felicitó al sector por el cumplimiento del protocolo de bioseguridad, su invitación final fue a mantener el compromiso socialmente responsable con la aplicación de las medidas sanitarias específicas para casinos y bingos.
Pues garantizando espacios seguros se conseguirá que pronto se normalice la operación, y que los clientes retornen a las salas de juego sintiéndose cómodos y resguardados. Este año, los aportes entregados se contrajeron en el primer semestre a $187.100 millones, mientras que, en 2019, el sector generó 111.000 empleos formales, contribuyó con 1,7 billones al ingreso nacional.
En los 3 primeros meses de confinamiento el sistema de salud dejo de percibir 78 mil millones de pesos, teniendo en cuenta que el año pasado recibió 382 mil millones (57 por ciento del ingreso para la salud en Colombia)


