El gravamen a las mesas de juego creado en la pasada administración (2015) le ha quitado la competitividad al país panameño como centro de apuestas frente a otros mercados como los del caribe y Estados Unidos.
Esta medida es pagada por los jugadores, y la mayoría de los turistas cuando viajan tienen en su cabeza como un atractivo de entretenimiento asistir a los casinos, establecimientos que se han visto fuertemente afectados por esta medida reducción sus ingresos, ya que los jugadores al sentir este cobro jurídico en sus bolsillos deben de disminuir la cuantía de dinero disponible para jugar y de igual manera la cantidad de veces que lo hacen.
De esta forma el Gobierno Panameño hizo público un plan jurídico para eliminar el impuesto del 5,5% a las ganancias en meas de juego y apuestas, buscando atraer mayor cantidad de apostadores extranjeros al país, esto como un apoyo al sector turístico y a la recaudación de dineros de los juegos de suerte y azar los cuales han estado experimentando una decaída desde su imposición.
Además de esto, la junta de control de juegos también acompañó este anuncio exponiendo que implementará medidas para mejorar la recaudación de la industria, como el sistema de interconectado y electrónico, lo cual facilitará la auditoria a los operadores, tal como sucede en Colombia.
La situación es bastante critica, pues entre enero y agosto de este año, el sector de juegos de suerte y azar recaudo un 33,2% menos (50,8 millones de dólares) en comparación al mismo periodo en el 2018.
Por otro lado el sector turístico ha perdido más de 40,000 empleos y reporta una ocupación hotelera debajo del 45% en los últimos dos años, cabe resaltar que este ultimo sector llego a representar hasta el 10% en el PIB nacional.
