El juego no está ausente de las conversaciones de la habana con Estados Unidos, no porque hagan parte de su agenda directamente, sino por lo que implica para cuba el haber dejado entrar por la puerta de adelante a Obama, con su máquina alienante y malvada que culminó con lo que yo llamo fase Beta: el Mega concierto de los Rolling Stones ante más de 400,000 personas, todas ellas recibiendo el mensaje: “volvimos” .
Hasta antes de haber sido expulsados, la isla se convirtió en el casino y prostíbulo más divertido para los ricos de EE.UU., a donde mandaban a sus hijos a “volverse hombres”. La Habana tenía el mar, las caderas, el ron y la ausencia de moral, que Las Vegas no podría producir; hoy y después de tantos discursos contra el imperialismo, tanta tinta culpando al capitalismo y al embargo de todos los errores del comunismo, tantas torturas, y hambre, la isla y su fracasada revolución terminaron en el punto donde iniciaron el 19 de Abril de 1961.
Tanta vuelta para convertirse, en sede de las principales cadenas hoteleras estadounidenses, que serán socias del régimen dictatorial y al parecer de las Farc, que ya aportaron 900 millones de dólares para entrar en el negocio y que con razón no tienen plata para las víctimas ( es por ello que digo que hace parte de las conversaciones de la habana, entre guerrilleros claro está)
Es apenas lógico que cada hotel tenga un casino máxime cuando en el ADN hotelero gringo es parte, que al principio no serán de la magnitud de las Vegas pero que terminaran por absorber todo el juego del caribe, eso será una realidad al largo plazo; que atraerá jugadores de Venezuela, Panamá, Centroamérica, y del propio Estados Unidos beneficiando la industria del juego, no lo dudo. Que de nuevo se verán a los niños ricos y a los viejos verdes gringos, “singando” la carne prieta en la isla, tristemente es un hecho.


