Desde hace varios años los(las) empresarios(as) y operadores(as) de la industria de los juegos de suerte y azar venimos luchando para derrumbar el muro que elementos inescrupulosos montaron desde las sombras, con argumentos falaces, para impedir nuestro ingreso al sistema bancario, para que nos permita manejar nuestras nominas mediante transferencias y acceder a las líneas de crédito.
Uno de los principales caballitos de batalla utilizado por los detractores de oficio, era que desde los casinos se pudiera realizar actividades de lavado de activos, lo cual ha quedado desvirtuado con los resultados arrojados por las investigaciones adelantadas por las autoridades competentes.
Nuestro sector social lo que realmente hace es generar empleos productivos, ofrecer alternativas de recreación a la comunidad, impulsar el turismo y, lo que es más importante, defender las instituciones.
Aquí vale resaltar la doble moral con que nos trata el sector bancario: por una parte nos rechazan las solicitudes de apertura de cuentas, ya sean corrientes o de ahorro, por cuanto nos mantienen bajo sospecha y, por otra, nos reciben sin chistar los millones de pesos que debemos consignarle al gobierno por concepto de recaudos para la salud de los colombianos. Este último dinero si lo consideran absolutamente limpio y no genera la más mínima duda.
El presidente de coljuegos Juan B. Hidalgo adelanta un significativo dialogo con los voceros del sector financiero, para frenar la piratería a través de las páginas web, con muy buenos resultados. Ojala en una de estas reuniones se trate a fondo el tema de nuestra bancarización, para que se ponga fin a ese trato injusto y discriminatorio, poniendo el interés nacional por encima de las argucias de los enemigos gratuitos.
La bancarización es una necesidad sentida por el sector y vamos a lograrla con el esfuerzo de todos.


