No es sólo la migración de otros países hacia Colombia, lo que ha disparado la inseguridad generalizada , es los resquicios de la quiebra de muchas empresas por cuenta de la Pandemia lo que también ha sido caldo de cultivo para el desempleo.
La semana pasada Coljuegos hizo eco del secuestro de uno de sus funcionarios que no pasó de ser más que un mal procedimiento del mismo, pues no se identificó en debida forma y llegó a amenazar al dueño del establecimiento en Baranoa (Atl).
Es apenas lógico que, como lo decía renglones arriba, desconfiemos de cualquiera que simplemente llega a exigir documentos, sin la más mínima identificación. Todos los días los casinos son blanco de asaltos y de robo de tarjetas, que de paso sea dicho se ha desbordado tanto así que están exportando desde Colombia a Ecuador y Centroamérica los componentes hurtados para ensamblar maquinitas en complicidad de algunos mal llamados “técnicos”.
Creo que Coljuegos, si bien trabaja para ser más eficiente, ha descuidado este punto: el que el ciudadano pueda corroborar al identidad de cualquiera que diga obrar en nombre de la entidad, como lo está implementando la Policía Nacional con el código QR.
Es de todos(as) sabido que los tiempos de respuesta en Coljuegos son eternos trasladando esto a la situación ocurrida el 24 de Septiembre en aquella sala de juegos, no me alcanzo a imaginar si como lo dice el funcionario “fue liberado 8 horas después” . Se imaginan ustedes uno esperando a que en Coljuegos le contesten para que lo(a) paseen por cuanta extensión telefónica tienen y al final el sistema cuelga?
Seguramente esas 8 Horas fueron lo que ellos tardaron en verificar la identidad de aquel “pillo” hasta ese momento .
Este es otra señal más: eficiencia y coordinación ¡hay que ejecutar !


