INFORME ESPECIAL...
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder se hecho evidente, bajo la política del “Socialismo del siglo XXI”, la aversión hacia la empresa privada en el país, que se ha traducido en expropiaciones, cohesiones y persecuciones que han tocado todos los ámbitos de la vida diaria del venezolano. Lo cierto es que desde sus necesidades básicas y más recientemente su fuentes de entretenimiento y diversión el gobierno ha tomado tomando progresivamente el control de la vida del venezolano.
Hugo Chávez desde que asumió el poder en 1.999 y se auto proclamo la cabeza de la “revolución Bolivariana”, se ha declarado ideológicamente opuesto al juego y ha hecho poco por atraer la inversión extranjera y fomentar la local.
Persecución a la empresa privada
La economía de Venezuela ha dependido tradicionalmente de la explotación de petróleo con el 95% de sus ingresos provienentes de la exportación del preciado recurso. A pesar esto en el último año el país entro en recesión, la cual fue atribuida por Chávez a una conspiración global del capitalismo, y el crecimiento económico se contrajo en cerca de 6%, convirtiendo a Venezuela en el país de peor desempeño de Suramérica. Por su lado la inflación en 2011 alcanzó la alarmante cifra de 30%, de nuevo la más alta en la región.
Con los precios creciendo rápidamente, especialmente de alimentos y energía, Chávez, con su retórica anti-americana y un ataque sostenido al capital privado, también ha expropiado y nacionalizado los activos provenientes de la inversión extranjera en el país como parte de su revolución socialista. De acuerdo con estimaciones recientes, el gobierno venezolano ha expropiado cerca de 220 empresas privadas en prácticamente todos los renglones de la economía.
Debido a esta situación, la confianza se ha convertido en uno de los bienes más escasos para los inversionistas en Venezuela. A la ola de nacionalizaciones que arrancó hace cuatro años con la telefónica Cantv, la Empresa de Energía de Caracas, y haciendas de producción agropecuaria, se sumaron el año pasado bancos (Santander), petroleras y cementeras (Cemex, Lafarge), las cadenas de comercio (con Éxito a la cabeza).
El presidente Hugo Chávez argumentó que estas decisiones obedecian a la importancia estratégica que tenían estas, para garantizar el avance de la revolución bolivariana hacia el “Socialismo del Siglo XXI”, y aunque al principio de la expropiaciones se hablaba de sectores estratégicos como el eléctrico y el petrolero, ahora inquieta que ya basta cualquier excusa para justificar la intervención en cualquier sector.
Al margen de lo anterior, la expropiación y nacionalización no parecen ser las únicas modalidades adoptadas para hacerse al control o el cierre de negocios privados. Un claro ejemplo es el caso del canal de televisión Globovisión que ante un arbitrario cambio de legislación, merced de la ausencia de separación de poderes, debió dejar de trasmitir su señal por televisión abierta en medio de las denuncias de sus accionistas por las amenazas del gobierno venezolano hacia otros negocios de los dueños del canal. Finalmente el gobierno de Hugo Chávez asumió el control del 20% de Globovisión, la única televisora local opositora a su administración, tras liquidar una empresa que poseía esa participación.
Cierre de casinos y salas de bingo
A pesar que Venezuela cuenta con una legislación que data de 1.997 y establece lineamientos claros para la operación de casinos, salas de máquinas y bingos en el país, el presidente Chávez parece haber arremetido contra este sector desde 2005, con acciones que en un principio estaban encaminadas a combatir el juego ilegal pero que a partir de 2011 han llevado a un cierre sistemático de todos los establecimientos de azar entre legales e ilegales.
Un caso aún más aberrante es el que se presenta con el cierre de salas de bingo y casinos en Venezuela que han de dejado patente la postura hostil de Chávez hacia este sector, y que de paso sea dicho, ha dejado sin empleo a cerca de 100.000 venezolanos.
Precisamente el 2 de Febrero de 2011 el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia emitió una ley por medio de la cual se facultaba para revisar las licencias otorgadas por la Comisión Nacional de Casinos, Salas de Bingo y Máquinas Traganíqueles, ente encargado de regular el juego en Venezuela. De esta manera se establecía implementar un plan de fiscalización de todas las licenciatarias y empresas relacionadas a fin de que se consigne en el término perentorio que fije esta comisión, la documentación que acredite su legalidad para el funcionamiento de todas los establecimientos de juego.
Sin embargo la Comisión Nacional de Casinos cerró a finales del 2011 la mayoría de los establecimientos y salas de bingo que operaban en el país, y revocó los registros y autorizaciones expedidos hasta ese momento, dejando solo los ubicados en los hoteles cinco estrellas.
El cierre se justificó en las deudas acumuladas entre los años 2003 y 2009 por regalías y multas que sumaban 635 millones de bolívares, sin embargo también fueron clausuradas empresas solventes.
Adicional a esta situación las autoridades han pretendido criminalizar la actividad de los bingos y casinos, asociándola con el lavado de dinero, y que por ello en la Ley contra la Delincuencia Organizada los bingos y casinos aparecen como sujetos obligados a control. Medidas que parecen apuntar a un solo objetivo: prohibir de facto casinos y salas de bingo en todo el territorio.
Aumenta el desempleo
Como consecuencia de esta medida los primeros perjudicados han sido los empleados del sector. Con el cierre de bingos y casinos decretado por el gobierno del presidente Hugo Chávez unos 100,000 puestos de trabajo, directos e indirectos, se perdieron de acuerdo a cifras entregadas por el Sindicato de Trabajadores de Bingos y Casinos de Venezuela (STBCV).
Y aunque es claro que este es un ataque más hacia el capital privado, los representantes de los trabajadores han pedido al gobierno nacional pensar muy bien las cosas, pues con esta orden no perjudica a los dueños de los negocios, sino a los empleados que son padres de familia que con este trabajo sostenían sus hogares. Así lo confirma uno de los trabajadores que ha perdido su empleo “Nosotros no estamos defendiendo a los patrones, sino nuestros puestos. Pues así como hay una Ley de Bingos también hay una Ley del Trabajo que nos ampara”
Asimismo los trabajadores han puntualizado que el deber del Ejecutivo no es sólo hacer cumplir las leyes, sino que además debe velar por los trabajadores y no lo está haciendo y han denunciado que a la fecha ningún personero del Gobierno se reunió con el personal, dejándolos a todos a la deriva.
Una situación nada alentadora para una economía venezolana que presenta un notable retraso industrial y con una casi total dependencia de los fluctuantes precios internacionales del petróleo, dejando prácticamente sin opciones a los trabajadores que ahora engrosan las filas del desempleo.
Florece el juego ilegal y la corrupción
Después del cierre de de casinos y bingos, el florecimiento del juego ilegal no se ha hecho esperar. Camufladas bajo la fachada de casas, restaurantes y hasta clínicas veterinarias operan en las principales ciudades las salas de bingo y casinos clandestinos. Para poder visitarlas es necesario ser invitado por algún cliente y estar dispuesto a jugar un monto mínimo por partida y ser “discreto”. Este pareciera ser el patrón más común de operación de las salas de juego ilegales que han proliferado en los últimos meses.
Así lo confirma uno de los jugadores que frecuenta este establecimiento y que prefiere permanecer en el anonimato: “Conozco todos los bingos de Maracaibo. Los jugadores sabemos dónde están pero siempre hay que ir recomendado por algún conocido. En una de las casas del sector se cuidan mucho de autoridades y no le abren la puerta a cualquiera”.
Por su parte algunas autoridades son consientes de esta nueva realidad y aseguran que muchas de las personas encargadas de esos lugares son ex trabajadores de los bingos y casinos que fueron cerrados y que no tuvieron otra opción ante la imposibilidad de conseguir un trabajo en cualquier otro sector.
Estos lugares se multiplican pese a la resolución en la Gaceta Oficial 39.654, del 12 de abril del 2011, que lo prohíbe. Lo único que ha cambiado es que de las lujosas salas con luces al estilo Hollywood que llegaron a levantarse, ahora las máquinas procuran lugares más discretos.
Si todo el mundo parece conocer de la existencia de estas salas de juego ilegales ¿Por qué no han actuado las autoridades? Sencillo, la prohibición ha creado un incentivo perverso para que los dueños de estos negocios clandestinos paguen a las autoridades de la Guardia Civil a cambio de su silencio y protección, en una espiral de corrupción que tiene el efecto totalmente contrario a la intención inicial de la ley.
Turismo e ingresos fiscales: otros damnificados
Otros renglones de la economía que se han visto afectados por la medida es sin duda el turismo, siéndola Isla Margarita una de las regiones más afectadas. En este sentido las autoridades locales han alertado que que el cierre de los casinos solamente beneficiará a otras islas del Caribe que son competencia fuerte, para la isla de Margarita.
En este sentido las autoridades políticas turísticas regionales han exhortado al gobierno central y a los integrantes de la Comisión Nacional de Bingos y Casinos, a reconsiderar las medidas administrativas, sin llegar a la drástica decisión de cerrar esos establecimientos. Recordaron además que los casinos son un valor agregado para hacer más atractiva la zona como puntal turístico nacional, y que el cierre de todos esos establecimientos son la debacle para el turismo que es la principal fuente de ingresos para la economía regional.
A pesar que esta región es un puerto libre y la pesca son las otras actividades que sustentan la economía regional, se encuentran sumamente golpeados por leyes promulgadas por el actual gobierno. El puerto libre ha perdido su atractivo porque el gobierno controlaba la entrega de dólares a los importadores y por lo tanto no es posible ofrecer mercancía renovada mermando las sus ventas.
A esto se le suma que las municipalidades donde se encontraban ubicados casinos y salsa de bingo dejaran de percibir importantes recursos necesarios para el progreso de estos lugares. El alcalde del municipio Mariño (Isla Margarita), donde se encentraban ubicadas 5 de las 8 salas de juego que legalmente operan en la isla de Margarita, considera que la medida va en perjuicio de la comunidad en general, sobre todo de los trabajadores que solamente conocen el oficio del juego y azar y estima que el municipio dejará de percibir 1.100 bolívares mensuales (250.000 dólares) por el cierre, y eso impedirá seguir acometiendo obras para las comunidades.
En declaraciones para un medio local el alcalde aseguró “cualquier decisión que se tome en Nueva Esparta en contra de los casinos, va a repercutir directamente en los ingresos municipales por cuanto esa es una actividad que engloba la economía regional”
Sobra decir que estas medidas han creado un pánico generalizado provocando una salida masiva de capitales y desinversión. Capitales que han sido acogidos por otros países de la región como es el caso de Panamá, Colombia y Costa Rica, entre otros países, que ven al juego como una fuente de generación de empleo e ingresos.
Empresarios del juego, parias a la fuerza.
Precisamente parte del capital invertido en el sector del juego en Venezuela ha migrado a varios paises, afines con la idiosincracia venezolana, entre elllos Panamá donde el recaudo por este concepto ha aumentado de manera notable en el último año, explicado en parte por el turismo del juego que ha preferido llegar a Panamá ante la prohibición venezolana. Esta realidad ha hecho que el gobierno Panameño vea como sus ingresos fiscales han aumentado, sacando provecho de la coyuntura actual.
Sin embargo muchos de los empresarios “exiliados” continúan teniendo vínculos comerciales a través de sus negocios en Venezuela a la espera de un cambio de rumbo, y no son pocos los que operan a perdida. A las pérdidas económicas que conlleva un cese de actividades de bingos y casinos se le suman otras obligaciones convenidas a mediano y largo plazo como es el caso de alquileres de locales y compromisos bancarios, que los empresarios deben seguir sufragando a costa de su propia quiebra.
Afirman los empresarios de manera jocosa, que algo muy bueno que ha hecho el discurso de Chávez es reunir a todos los venezolanos en torno a un mal común y les ha dado tema de conversación; otros opinan que el gran aliado de latinoamerica en materia de inversión venezolana son las expropiaciones, puesto que cada vez que ocurre alguna, cientos de empresarios salen despavoridos y sacan su dinero fuera de venezuela para invertirlo en otros países.
Venezolanos en Colombia
Debido al ambiente desfavorable de su país no son pocos los empresarios venezolanos que han buscado asentarse en otros países de la región y en especial en Colombia. Es por ello que la presencia de los venezolanos en nuestro pais, y en particular en Bogotá, ha dejado de ser una simple curiosidad, para convertirse en un fenómeno, constituyéndose en uno de los pocos casos de migración de alto impacto para Colombia en sus dos siglos de historia republicana.
Entre el año 2003 y 2008, el ritmo de los flujos migratorios de ciudadanos venezolanos en Colombia creció al 25% promedio, destacándose un incremento del 40% aproximado, entre los años 2006 y 2007. Posterior a ello, se presentó un estancamiento entre los años 2008 y 2009 cuando los flujos registraron un leve descenso hasta el año 2010, para luego recuperar en 2011 su índice de crecimiento y mostrar una tendencia en el mismo sentido.
A pesar de tratarse de una diáspora de apenas cinco años, hay que decir que ya ha dejado una huella significativa en la estructura del país. Y tiene que ver con que un puñado de los cerebros fugados de Pdvsa han sido los protagonistas del boom petrolero de los últimos años en Colombia. Los venezolanos también se han colado en la vida diaria de los colombianos. Como las tiendas de productos para la salud Locatel y Farmatodo, cuya franquicia fue traída por ellos. O restaurantes y cafés como Picollo Venezia, Ciboulette, Positano, Budare's, la Arepería Venezolana, Pan Sueko y Andrea's, por mencionar solo algunos, recién montados por venezolanos. Una revista, El Librero, hecha en Bogotá por el reconocido periodista Sergio Dabhar, exdirector adjunto del diario El Nacional de Caracas. Y hasta un miembro de la Academia de la Lengua del vecino país, Rafael Arráiz Lucca, que ahora es profesor universitario en Colombia.
Según la oficina Migración Colombia un aspecto para destacar de este comportamiento tiene que ver con el momento en que se produce su crecimiento constante, el cual coincide con el año 2003, período en el que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez da inicio a la implementación de sus políticas de seguridad y desarrollo, que tenían como propósito no solo recuperar la tranquilidad de los colombianos, sino fomentar la confianza inversionista tanto del nacional como del extranjero.
¿Y si falta Chávez?
Ahora que la salud de Chávez se ha deteriorado hasta un punto de no retorno queda en el limbo todo lo que hasta el momento ha ocurrido. En un modelo paternalista que depende totalmente de los petrodólares es difícil predecir con certeza que vendrá si la cabeza visible del “socialismo del siglo XXI” ya no continua. Sin embargo se plantean tres escenarios posibles para un futuro cercano sin Chávez.
El primero es el nombramiento de un sucesor que continúe y escale las políticas implantadas por Chávez durante los últimos diez años. De acuerdo a fuentes del círculo más íntimo del mandatario la persona más cercana políticamente a estos planteamientos es el actual canciller y escudero Nicolás Maduro. Bajo este escenario de continuismo el futuro para los juegos de azar seguiría siendo sombrío y de cierta manera incierto sabiendo que si bien Maduro es de la línea de Chávez, nadie garantiza que una vez en el poder se desmarque de esas políticas y actúe “por su cuenta”, o como refiere uno de los analistas internacionales “peor que un mal gobernante, es una mala imitación de un mal gobernante”.
Un segundo escenario que ha tomado fuerza en los últimos días es en el cual Chávez estaría configurando una junta militar que gobernara el país en caso de su muerte o una derrota en las próximas elecciones presidenciales. El reciente nombramiento de altos mandos militares en puestos de poder político parece reforzar esta posibilidad. Sin duda este sería el peor de los escenarios. La experiencia indica que los gobiernos de directrices militares han llevado a una inevitable amputación de la libertad de empresa y más aún cuando Chávez se ha encargado de satanizar el capital privado venezolano y los ha llegado a considerar una oposición reprensible.
Una tercera opción se presentaría en el caso que la oposición ganara las elecciones presidenciales derrotando por vías democráticas al actual presidente Chávez. Aunque este sería el mejor de los escenarios para el retorno de los capitales fugados y el ejercicio de la libre empresa, algunos expertos advierten que vendría un periodo de inestabilidad considerando que de la maquinaria chavista dependen miles de funcionarios, entre políticos y militares, que han hecho verdaderas fortunas a costa del socialismo y que verían amenazado su “status quo” bajo un gobierno de oposición. En consecuencia una coalición chavista apuntaría hacia un golpe de estado e inclusive una guerra civil en el peor de los casos, posibilidad que no es descabellada considerando que el propio Chávez ha manifestado su interés de crear milicias populares, que no es otra cosa que entregar armas a la población.
El cierre definitivo de casinos y salas de bingo en Venezuela significa un retroceso respecto a la realidad del juego en el mundo. Mientras que la economía venezolana se encuentra sumida en una encrucijada, el gobierno parece tomar medidas contrarias creando más desempleo sin ofrecer opciones, mientras que países como Panamá, España o el mismo estados Unidos han encontrado en el juego una forma de paliar los efectos de la crisis.
Cuando se nada contra la corriente siempre existen peligros y al final se puede terminar como reza el popular refrán "Tanto nadar pa` morir ahogado en la orilla".
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