Cinco estados ya han legalizado las apuestas deportivas, y muchos otros estados norteamericanos al menos las considerarán en 2019. Las predicciones indican que al menos 40 de los 50 estados legalizarán las apuestas deportivas en los próximos cinco años.
Si bien el modelo parece tener las apuestas deportivas controladas por los casinos y las pistas de carreras en los estados individuales, también hay un movimiento en algunos estados para poner a cargo la lotería regional.
Pero cuando eso sucede, como lo ha hecho en Delaware, West Virginia y Rhode Island hasta ahora, los casinos siguen desempeñando un papel como los únicos lugares físicos donde se pueden hacer apuestas deportivas.
Pero, por supuesto, el dinero real en estos días proviene de las apuestas deportivas móviles o en línea. En Nevada, más del 60 por ciento de los ingresos se deriva de las aplicaciones móviles que han sido desarrolladas por los casinos anfitriones. Y en solo tres meses en Nueva Jersey, como lo demuestran las tablas en la sección Por los números en la página 8 de este número, las apuestas deportivas en línea y móviles ya representan más de la mitad de las apuestas.
Algunos estados han decidido avanzar sin apuestas móviles o en línea, como Mississippi. Sin lugar a duda, los legisladores estatales lo reconsiderarán cuando vean los ingresos que se están dejando sobre la mesa.
Cuando los nuevos estados comiencen a legalizar las apuestas deportivas, también verán la proporción entre las apuestas personales y las apuestas móviles, y es probable que decidan ofrecer ambas. Esto complacerá a los casinos, que obtendrán un mercado más grande, y a los legisladores, que obtendrán más ingresos fiscales. Por supuesto, veremos cómo se desarrolla la experiencia de Pensilvania con una tasa impositiva del 34 por ciento (No es propicio para una operación rentable de apuestas deportivas, pero como varios casinos han solicitado la licencia, tal vez saben algo que yo no)
Pero además de la legalización de las apuestas deportivas, existe una gran oportunidad para legalizar los juegos en línea al mismo tiempo o quizás unos años más tarde. No es un gran salto de las apuestas deportivas a los juegos de casino en línea. Y para los legisladores, hay un poco más de flexibilidad con los impuestos en los juegos de casino en línea. No es inusual que los impuestos se establezcan en cualquier lugar hasta alrededor del 20 por ciento antes de que los operadores comiencen a vacilar.
Recuerde, los juegos en línea son ahora un producto comprobado. La histeria sobre los niños que juegan en línea o las apuestas que ocurren en lugares donde no es legal, como en las fronteras estatales, ha demostrado ser una pista falsa.
Hay pocas o ninguna cuenta de esas cosas que emanan de los estados donde los juegos en línea son actualmente legales: Nevada, Delaware y Nueva Jersey, y pronto Pensilvania. Así que el trabajo de convencer a los legisladores estatales se ha vuelto más fácil.
¿Pero quién va a ser el campeón de los juegos en línea? Probablemente no sea la American Gaming Association, cuyos miembros aún no están seguros de cómo movilizarse de ese lado de la industria. Las compañías individuales de juegos en línea ciertamente podrían abogar por una industria expandida, pero eso siempre suena como mucha codicia.
Lo que se necesita es una asociación de empresas de juegos en línea. Deben presentar una investigación sobre cómo se ha realizado de manera segura, no solo en los EE. UU., Sino también en todo el mundo.
Deben argumentar, al igual que las apuestas deportivas, que ya está ocurriendo y que los ingresos fiscales potenciales que cada estado podría generar están dirigiéndose a empresas criminales.
Una asociación podría dar información sobre la integridad de los operadores de juegos en línea, la transparencia de los datos, los esfuerzos realizados para prevenir los juegos de menores y las protecciones contra los juegos de azar problemáticos.
Una asociación podría hablar con una sola voz, una voz unificada y segura, y que influiría en las capitales estatales. Podría designar estándares mínimos para que los legisladores lo consideren: legisladores que pueden no entender los costos de operar un sitio de juegos en línea, marketing de afiliados, acuerdos transfronterizos y una serie de otros temas que están demasiado lejos en la maleza para que puedan comprenderlos.
Esta es una oportunidad para toda la industria. Ciertamente, este tipo de asociación incluiría a gigantes de iGaming como GVC, Stars Group, Betfair, William Hill, Paddy Power y otros, pero también debería agregar IGT, Scientific Games, Aristocrat, e incluso operadores como MGM y Caesars.
La legalización de iGaming beneficiaría a toda la industria y a los estados en los que opera. Ahora es el momento de organizar y estar preparados para los inevitables debates que seguirán.
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