El próximo 2 de mayo, la administración del Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, entregará al Concejo de la ciudad la tan anunciada reforma al Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Un proyecto que, en pocas palabras, busca revitalizar el centro de la capital y hacerlo mucho más compacto mediante proyectos de redensificación.
La propuesta plantea, además, mezclar el uso de los suelos e incentivar la construcción de vivienda de interés prioritario en el denominado centro ampliado –desde la calle 100 hasta la 1ª y de los cerros orientales hasta la Avenida Boyacá–.
“ Hay un asunto que trasnocha: la mezcla en los usos del suelo que propone el POT. Muchas ciudades del mundo tienen mezcla de usos de suelos.Lo que pasa es que es una política que debe tener limitaciones y este POT lo plantea en toda la ciudad. Es decir, podrán hacer un cementerio al lado de su casa o por ejemplo, poner una industria al lado de un restaurante”,una mezcla descontrolada, según opinión del abogado y asesor inmobiliario Juan Manuel González (foto); por su parte Gerardo Ardila, secretario Distrital de Planeación desmiente esta afirmación y argumenta “Nosotros hicimos un mapeo muy serio, con datos de Catastro, sobre los usos reales del suelo en la ciudad y vimos que prácticamente no hay una sola manzana en Bogotá que no tenga mezcla de usos , según el POT vigente –que establece unas áreas homogéneas– todos esos usos que se están dando actualmente en Bogotá serían ilegales” .
Reconocer la realidad. Pero, desde luego, creamos la posibilidad normativa de que a aquellos usos que llamábamos de alto impacto les ponemos una reglamentación para que no los puedan poner en cualquier parte.
Quejas de los ciudadanos
Varios de los residentes de las localidades de Suba, Chapinero y Usaquén que asistieron a los cabildos de POT, que se realizan desde los primeros días de marzo, aseguran que frente a los cambios trascendentales que se proponen en los sectores en donde residen el Distrito tiene el deber de escucharlos.
Los líderes vecinales de la localidad de Chapinero alertaron sobre una modificación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que implicaría hacer de la carrera 15, entre calles 88 y 100, una zona de rumba con “emisión sonora superior a los niveles máximos permisibles en el espacio público. Consumo de alcohol”.
Se trata pues, de un giro sin precedentes en materia urbanística para la capital. Precisamente por esa razón las voces en contra de la iniciativa empiezan a retumbar.