Ayer en una llamada con un jugador me di cuenta que tan equivocado todo se encontraba….
Analizando una llamada con un jugador, quien vive en una región que empieza a enfriarse cada vez más a medida que llega el otoño, y a sabiendas de que él quiere escaparse a un lugar con el clima totalmente opuesto, me percaté que era una buena oportunidad para que el casino inicie a trabajar en las estrategias que se usarán para ofrecer las experiencias e instalaciones que lo acogerán por esa temporada.
Así que en medio de la conversación, empecé a llamar su interés para que viniera por medio de preguntas donde lo incitaba a planear un viaje, hasta que él respondió de manera positiva a la invitación de venir y agregó “¿ Con qué me convencerás para ir?” ;
fue en ese momento que entendí que tan equivocados estábamos dándoles a los jugadores todo lo que quisieran solo para comprar el ingreso de ellos al casino, aumentado todo tipo de recompensas tanto de fidelidad como aquellas adquiridas al ganar un premio. (LEA TAMBIEN RECURRIR A UNA GUERRA DE PREMIOS ES UNA RESPUESTA MEDIOCRE)
¿Realmente es claro lo que se ha logrado con esta forma de pensar? ¿Se alcanza a comprender el daño que se le ha hecho a la industria, a los productos y al futuro de estos?, hoy en día los jugadores ya no son fieles, ellos simplemente se dirigen a donde encuentren el mejor precio, se convirtieron en unos compradores que aprovechan las mejores ofertas entre los competidores.
Creyendo que era un vendedor, siempre creí que estaba negociando experiencias y juegos, más nunca precios pero ahora los papeles se han cambiado, son los jugadores quienes venden el juego y nosotros quienes terminamos comprándolo a cualquier costo como juegos gratis, aumento en la cantidad de fichas y premios, todo se trata de precio.
Inicialmente no se entra a este negocio con la idea de ser un comprador, se entra buscando ser vendedor de un producto que llena de emoción, así como brinda el sentimiento de escapar de una realidad a otra, además de enriquecerles la vida.
De manera que me puse en la tarea de analizar el mercado, buscando el por qué y el cuándo de todo este cambio. Como conclusión hubo alguien que decidió que nuestro producto no era lo suficientemente bueno y nos llevó a toda la industria a regatear con el jugador para que compren nuestra experiencia de juego, siendo esta la única manera de triunfar.
Finalizada la conversación con aquel jugador que logró hacer que replanteara mis pensamientos sobre este negocio, decidí venderles experiencias a mis jugadores de una manera totalmente diferente, estableciendo algo fuera del molde siendo esto un gran riesgo que he de tomar.
Usando todo el conocimiento adquirido de mis jugadores y regresando a las habilidades de ventas, empezaré ofreciéndoles experiencias que tengan significado para ellos y que no sea solo el aumento de recompensas, fichas, noches en la habitación o más juegos gratis. Así continuaré con la metodología de comprarles su juego, pero a su vez el venderles experiencias. (LEA TAMBIEN TRES CLAVES EN LA BÚSQUEDA DE SATISFACCIÓN DE LOS JUGADORES)
Así que llamaré de nuevo a este jugador que vive en esta fría ciudad a decirle que no puedo continuar aumentándole sus juegos gratis, pero sé que es lo que le gusta y es por eso le diré que vendrá el cantante de Country Willie Nelson*, y además me aseguraré de que no solo lo pueda ver sino que además lo conozca.
De modo que de eso se trata, de conocer a tu consumidor, de conocer sus gustos, sus preferencias y prioridades para no competir en precio, pero hacerlo en experiencias diferenciadoras donde la competencia que tienes al lado pueda ser más barata pero te prefieran por la calidad de experiencias y satisfacciones que le das al cliente.
*Estrella de la música campesina de Estados Unidos


