El estado como máximo ente deberá ser el primero en dar ejemplo si es que quiere exigir a sus subordinados transparencia, pues la claridad es toda una cadena que involucra a todos los individuos del proceso.
Coljuegos el administrador del Monopolio del juego en Colombia se encuentra en un ciclo productivo donde promulga resoluciones que tienen como fin principal el mejor aprovechamiento de las posibilidades de la industria y su adaptación a los rápidos cambios de la era moderna.
Los operadores estamos supeditados a estas resoluciones y hemos sido en muchas ocasiones maltratados injustamente ente la falta de coordinación y de políticas claras por parte de la entidad. Estamos a 17 de mayo de 2016 y debimos haber presentado en los primeros días, los informes del SIPLAFT además de otros.
A veces siento que si bien el informe SIPLAFT es importante no nos va a llevar a ningún Pereira pues, en la promesa que ayudará al sector a formalizarse para tener acceso al sistema financiero, Coljuegos solo es un convidado de piedra que hace lo que puede para responder ante una industria que avanza a la velocidad de la tecnología y que carece de protocolos claros para desarrollarse como empresa sólida en el tiempo.
Para que la entidad perdure y las reglas de “juego” con sus clientes ( nosotros los operadores) sea claras y respetuosas, desde aquí les propongo entrar en el proceso de certificación bajo normas internacionales ya que con las últimas resoluciones y las que vendrán el país es visto con muy buenos ojos por parte de inversionistas extranjeros que conocen al dedo normas como la ISO, ese es el lenguaje que Coljuegos debe hablar: Un proceso internacional uniforme.
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