Las salas de juegos y casinos no solo generan miles de empleos y fomentan el turismo, sino también realizan un aporte anual de 318 millones de soles (318 mil millones de pesos colombianos) al estado peruano, además del pago del Impuesto a la Renta de cada establecimiento, lo cual difiere notoriamente con la libertad tributaria que gozan las casas de apuestas por Internet, las que, pese a su proliferación en esta era digital, no realizan ninguna contribución a las arcas del Estado.
De esta forma, se está buscando que las casas de apuestas por internet paguen el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al igual que casinos y tragamonedas, pues bien, en la actualidad estos mencionados anteriormente pagan un impuesto del 11.76% de sus ganancias brutas, mientras que las loterías y bingos solo 10% y los eventos hípicos el 2%; sin existir una razón técnica para esta segregación.
Razón por la cual, expertos como el abogado y miembro principal de la International Masters of Gaming Law (IMGL) Carlos Fonseca Sarmiento, sostiene que: "Esta disparidad entre las salas de juego presenciales con las apuestas en línea, carreras de caballos y loterías se agudizó con la publicación del DL 1419, donde se impuso un nuevo impuesto únicamente al primer grupo, es decir, se aplica un Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a quienes tributan más, pero no se les asigna a las apuestas deportivas, por Internet o hípicas".
Sin embargo, cabe resaltar que esta normativa del pago del ISC fue una norma emitida por el Gobierno peruano en diciembre de 2018 y que comenzó a regir en enero de este año, de la cual se dejó exenta a las casas de apuestas.


