Durante 40 años, he trabajado en un casino o con un casino para ofrecer una experiencia de juego adecuada a jugadores de todo el mundo.

Trabajé en el norte de Nevada, donde me quebré los dientes, en casi todos los demás estados de la Unión, desde todas las provincias de Canadá hasta Europa occidental y oriental, y todo el camino hasta Singapur y el resto del mundo y la costa del Pacífico.

He sudado en las trincheras, fregando y puliendo pisos de madera, sartén y escobas alfombras, limpio bebidas derramadas y vómito. He lanzado cartas a veraneantes de California, llamados dados para hombres de negocios de Detroit, y marcadores escritos para peces gordos de Nueva York y San Francisco.

He hecho horarios, contratados, despedidos miserables merecedores y he sido mentor de estrellas donde pude. A menudo he hablado demasiado y escuché muy poco.

He guiado, seguido y salido del camino (cuando parecía ser lo mejor que podía hacer). He pedido permiso y pedí perdón. LEA AQUÍ: SI QUIERE QUE LE CREAN QUE SU CASINO ES BUENO: GESTIONE SU REPUTACIÓN

Recibí licencia, me marcaron, me tomaron las huellas dactilares y me catalogaron. He sudado balas frente a un equipo ejecutivo, le he lanzado ideas a un visionario y he escuchado a los pies de la grandeza.

Me he alojado en palacios de seda, suites de oro y hoteles rurales que apenas tenían agua corriente. Cené con la realeza de la vieja escuela (Jackie Gaughan) y festejé con la innovación de la nueva era (los chicos y chicas de Barona).

Estudié en las áreas de ventas y servicio, escribí libros sobre mis hallazgos e investigaciones, escribí innumerables artículos en una búsqueda para difundir más y mejores conocimientos sobre cómo hacerlo bien.

He intentado con Dennis identificar quién es "uno de nosotros" y cómo promocionarlos en nuestra industria. He jugado más golf del que a nadie le importaría admitir. Me he detenido en salones de juego privados, he disfrutado en áreas de límite alto, sombreado anfitriones y VIP por igual en una búsqueda para descubrir los secretos de vender a las ballenas de nuestro tiempo.

Me he sentado en grupos focales hablando con miles de miembros del equipo de primera línea, jugadores de todos los niveles, y gerentes y supervisores de cada departamento, tratando de llegar a la verdad de nuestras organizaciones y nuestros negocios, cualquiera que sea la verdad. Corrí, caminé, anduve en bicicleta, compartí el coche, volé, tomé el tren, el autobús, el monorriel, el metro.

He alquilado coches y subido a limusinas, montado en coches y carruajes de la ciudad. LEA AQUÍ: CLARO COMO EL PANTANO, ASÍ ES CÓMO PODEMOS DESCRIBIR EL COSTO DE LOS JUEGOS GRATIS

En resumen, ha sido un gran viaje, un viaje de cuarenta años de aprender y escuchar, hablar y enseñar, hacer y crear, explicar y sí, incluso disculparse. Y a pesar de todo, he recogido toda una vida de recuerdos que tendré para siempre.

Pero si hay una cosa ... después de todo lo que he hecho, visto, probado, logrado y fallé en ... si hay algo que siempre llevaré conmigo, una cosa que continuaré promoviendo como lo más importante que aprendí, encontré, enseñé, practiqué o engañé a los demás, si hay algo en lo que deseo colgarme el sombrero ... es esto:

“Vendemos una experiencia de entretenimiento que enriquece la vida de nuestros jugadores”

Es tan importante. Es la única cosa. Es todo Y debería ser el foco de todo lo que haces en este negocio loco. Y si no lo es, entonces ¿por qué lo haces? Por favor dime eso.

Continuaré aportando esa sabiduría simple a todo lo que hago, a cada proyecto en el que trabajo, a cada producto que creo para cada cliente para el que trabajo. Porque hace mucho tiempo, un jefe de pozo envejecido con más de cincuenta años en el negocio (y que falleció hace mucho tiempo) me preguntó si recibía un cheque de pago del casino (en ese momento yo era un vendedor de dados).

Respondí que sí, y él procedió a recordarme que cada dólar de mi sueldo debía sacarse del bolsillo de un jugador, colocarse en una mesa o en una máquina, apostarse ... y PERDER ... antes de que se me ocurriera.

Que en cada dólar en mi sueldo vino de una apuesta perdedora.

Que mi sueldo fue de un perdedor. Luego me preguntó cómo eso me hizo sentir.

"No muy bien", le respondí, conociendo el dolor de una apuesta perdedora, sabiendo que estaba tomando ese dólar por el dolor de perderlo y usarlo para alimentar a mi familia.

"No te preocupes por la pérdida", respondió. "Perder es parte de la vida. Todos debemos aprender a perder. Perdemos en el juego, en el amor, en los negocios, en el infierno ... perdemos en Monopoly ".

"La verdadera pregunta que tengo para ti", dijo con una sonrisa en su rostro,la verdadera pregunta es esta.

¿Qué estás devolviendo a cambio de la apuesta perdedora? ¿Qué le estás dando a tu jugador a cambio, de modo que cuando llevas esa apuesta a casa y la usas para alimentar a tu familia, duermes bien por la noche, sabiendo que los libros están equilibrados, se les ha dado el mismo valor y no lo haces? ¿Alguien le debe algo?”

"¿Qué estás devolviendo a cambio de la apuesta perdida?"

He estado tratando de responder esa pregunta durante cuarenta años. Es una muy buena pregunta, ¿no creen? Y realmente creo que ahora sé la respuesta:

Devuelvo una experiencia que enriquece la vida de mis jugadores.

Es así de simple, tan complicado y tan importante. Todo lo que tengo, o que he acumulado en los últimos treinta años, desde la ropa que llevo hasta las matrículas universitarias de mis hijos, todo ha venido de las apuestas perdedoras de jugadores de todo el mundo (donde he trabajado y me han pagado).

Y yo sí los debo. Les debo todo. Les debo lo mejor de mí. LEA AQUÍ: "USTED ESTÁ APRETANDO LAS TRAGAMONEDAS ¡DE NUEVO!"

Y entonces, supongo que terminaré simplemente diciendo esto. Para aquellos de ustedes en nuestra industria que son "uno de nosotros", que se preocupan por lo que hacen y por lo bien que lo hacen, que se preocupan más por estos jugadores locos a los que servimos que por su propio sueldo, que creen con una pasión profunda y duradera de que lo que vendemos es lo más importante que le podemos vender a alguien, un sentimiento de pertenencia, de ser importante, de ser un ganador ... para aquellos de ustedes para quienes lo anterior ha sido significativo y vital , y no solo un montón de cháchara sentimental de un viejo que recuerda su carrera ... bueno, te saludo.

Y te agradezco

Y espero con interés trabajar con usted en el futuro. Juntos podemos cambiar el panorama de nuestro negocio. Juntos podemos mejorar la industria. Juntos podemos crear más significado y más valor para nuestros jugadores, y sí, también para nuestros empleados.

Juntos podemos cambiar el mundo